EL VALLE DEPORTIVO

Pedro Eric Fuentes López

La soledad se construye a pulso y cuando uno la alcanza podrá entonces respirar estimulado y comprobar que ha vivido…

En lo personal, casi siempre me ha seducido la idea de no incomodar, no molestar, y ni siquiera picar la cresta; más bien hago como si se tratara de una acción pero de gimnasia de conocimiento, es decir, no es sano, ni bueno, ni especial, llevar hasta sus últimos límites el temperamento, la paciencia o la tolerancia de alguien, de algunos, pocos o muchos, grupos, congregaciones, sectores y de ahí pa´l real, porque eso no significa ni educación, mucho menos conocimiento alguno y por ende ganas de vivir en paz con lo que hay, con lo que se tiene y como se presente. Por supuesto que hay una premisa fundamental: el respeto y aún cuando no se coincida con el de al lado o el de enfrente, eso no significa que se tenga que allanar su alma, pensamiento, paz, tranquilidad y, evidentemente, alterar cualquier resquicio que haga resurgir de sus cenizas al mismísimo David Banner…

Ofender, burlarse, engatusar, señalar a alguien y/o hasta lamentablemente quitarle la vida a otra persona es un hecho siniestro y bárbaro al que tal parece nos hemos acostumbrado con demasiada docilidad, y lo peor del caso es que en ocasiones -demasiadas- el agredido no hizo ni hace algo ni nada y esto incluyendo la nula defensa por -según- evitar más atrocidades. Todo esto hace replantearme un escenario donde tal pareciera que el progreso moral -si es que lo hay- es una utopía o un anhelo civil imposible, porque insisto, entre más grande sea -por ejemplo- la burla, más encarecida es la aninadversión creada que retrata que no existe una actitud crítica civilizada sino la creciente desviación de los valores disfrazada de fanatismo, es maldito cáncer que abarca casi a todas las esferas de la vida misma y donde el deporte no es ni será la excepción y les señalaré el punto de inflexión en donde debemos apostar el mejoramiento respectivo.

Cada uno de nosotros elegimos nuestros gustos, preferencias, apostamos por nuestras necesidades y uno que otro lujo, siempre en aras de vernos y sentirnos bien. Bueno, en el deporte es algo similar, porque cuando nuestra elección por determinado deportista y/o equipo nos lleva a dos facetas que inequívocamente tenemos que pasar. Una, la del propio protagonista y la otra la del aficionado. Hasta ese punto todo va y marcha muy bien, empero a partir de ese momento la delgada línea que divide lo blanco del negro es como entrar a un abismo sin salida, donde únicamente es válida la opción de agredir en todas las formas posibles a otro u otros seres que, por el simple y complejo hecho de coincidir en gustos, genera y fomenta de una “guerra” verbal hasta la discrepante locura por los colores de una entidad deportiva. Yo ni lo celebro ni lo justifico, es más me revienta la simple idea de que una burla tan abrupta como los nulos pensamientos en alguien lleve a tal punto de perder unión y comunión, más aún cuando todos sabemos que el mundo deportivo es la mejor acción para desterrar otras cosas, aaaaah pero no, hay que ir en contra, hay que mentar madres, hay que lanzar verbos venenosos, sapes convertidos en golpes, y una vez incrustado el veneno, entonces sí, si no eres de mi equipo no eres mi amigo y te conviertes en mi rival, y ahí, todo vale para nada. No todos entienden la cantidad de esfuerzo y amor que se debe poseer en el intento de escalar sin alcanzar la cumbre, aunque ése sea el real motivo que impulsa al deportista y/o fiel y pensante aficionado que, al final, sube por el placer de hacerlo. Intentar algo en el deporte representa otra dimensión, muy diferente a la del remedo en acciones sin mayor trascendencia. El deporte es cruel y hermoso, como la vida en muchos sentidos. El deporte y la sociedad mexicana viven -y vivimos- serios problemas de ignorancia y violencia. Hay muchísimas cosas por hacer, pero comencemos por nosotros mismos y no caer ni generar la burla demencial que azota a miles de pseudo aficionados y comencemos a rescatar lo bello y hermoso del mundo deportivo.

Pásenla bien!!!