Cardenal rico y pueblo pobre

A tan solo unos días de iniciar el “Cónclave” en el Vaticano para elegir al sucesor del papa Francisco, el cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera, encubridor de curas pederastas y cercano a empresarios y políticos mexicanos, una vez más está en el ojo del huracán al darse a conocer la compra de dos departamentos con un valor de más de 10 millones de pesos cada uno, en la exclusiva Torre Residencial Mitikah, al sur de la Ciudad de México.

Según dio a conocer la periodista Diana Lastiri, fue el 29 de febrero de 2024, cuando Rivera Carrera adquirió los departamentos 4201 y 4205 en el edificio más alto de la Ciudad de México, hecho que en su momento pasó desapercibido, no obstante, en días recientes, salió a la luz que el gobierno de la Ciudad de México, deberá devolver 1 millón 392 mil 769 pesos por un aparente cobro de “impuestos desproporcionados”, esto,  tras el amparo concedido por la jueza Blanca Lobo Domínguez, titular del Juzgado Décimo Segundo de Distrito en materia Administrativa en la Ciudad de México.

Sin embargo, Norberto Rivera no es precisamente un ejemplo de rectitud y austeridad dentro del mundo eclesiástico, por el contrario, se le recuerda como perseguidor de quienes se formaron en “la Teología de la Liberación”; enfoque centrado en los pobres, en la liberación de los pueblos oprimidos y las diferentes formas de desigualdad. Que ironía y que contradicción.

Señalado de proteger a su secretario particular; José Víctor Ortiz Montes, investigado y declarado culpable de pederastia y abuso sexual por el máximo colegio de “El Vaticano”. La primera denuncia se dio en 2003. No obstante, familiares de las victimas aseguran que hay casos de abuso sexual desde 1994.

Norbeto Rivera también ha sido un hombre de negocios, pues desde 1985 que fue nombrado obispo en Tehuacán, Puebla, disputó lucrativos negocios avícolas. Se apropió de una granja avícola donada al obispado, la cual se constituyó como su principal fuente de ingresos, algo que no pasó por alto Rivera Carrera, quien, para hacerse del control de esta, se deshizo del religioso ecuatoriano Gonzalo Hallo del Salto, administrador de la granja.

Al llegar a la arquidiócesis primada de México, en 1996, Rivera Carrera concentró sus esfuerzos para debilitar al superior de la Basílica de Guadalupe, Guillermo Schulenburg, para que él, asumiese el control económico de la Basílica, cuyos ingresos anuales, se especula, rondaban los 60 millones de dólares (Barranco, 2022).

En otro de sus tantos episodios dignos de crítica, se encuentra la venta de los derechos de la imagen de la Virgen de Guadalupe a una empresa estadounidense por 12.5 millones de dólares, con vigencia de 5 años. Este contrato, firmado el 31 de marzo de 2002, otorgó a Viotran, con sede en Orlando, Florida, la exclusividad para explotar los derechos de propiedad de la imagen guadalupana.

Como parte de su gestión, también lo persiguen la protección que hizo de pederastas como Marcial Maciel. En 1997 salieron a la luz los casos de pederastia cometidos por el fundador de los Legionarios de Cristo. Rivera Carrera sostuvo que las acusaciones por abuso sexual contra el líder de esa orden católica eran totalmente falsas.

Para 2006 y 2009, Norberto Rivera enfrentó dos demandas por encubrimiento, negligencia y corresponsabilidad en el ataque sexual de al menos 26 menores de edad, por haber permitido el traslado de un sacerdote acusado de pederasta, Nicolás Aguilar, a la Diócesis de Los Ángeles, California, sin advertir a los fieles y a las familias de los menores de edad sobre los antecedentes de abuso sexual que existían en su contra mientras Aguilar se encontraba a su cargo en Tehuacán, Puebla.

En cuanto a vínculos políticos y económicos, se recuerda que en 2014, durante una misa celebrada en la Catedral Metropolitana, oró por el Presidente Enrique Peña Nieto, por el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera y por otros políticos. También logró cultivar una serie de relaciones políticas y económicas con personajes como Carlos Slim, los Vázques Raña, los Hank González, Humberto Moreira, entre otros. Todo esto, detallado en diferentes entregas por periodistas como Obed Rosas en Sin embargo, y otros medios como “Proceso” y “Aristegui Noticias”.

Insuficiente este espacio para dar cuenta de “la vida y obra” de Norberto Rivera, un personaje obscuro y de lo peor que tiene la iglesia. Aunque este, es el caso más visible, la iglesia católica sigue infestada de personajes de esta calaña, que detrás de una sotana buscan esconder sus pecados y en lo último que están pensando, es en ayudar al prójimo.