SANAR HERIDAS DURANTE LA CUARESMA

Miércoles de la V Semana de Cuaresma

Sacerdote Daniel Valdez García

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

La Cuaresma es un tiempo ideal para una introspección sincera, que permite vivir plenamente la penitencia, la conversión personal y el servicio con amor verdadero.

En la actualidad, la abundancia de opiniones y noticias falsas crea confusión que hiere la unidad de la Iglesia. Aunque la inteligencia artificial (IA) ofrece muchas ventajas, su mal uso también genera problemas, como las publicaciones falsas que algunos sacerdotes han denunciado por sembrar confusión. Este engaño afecta tanto a las personas ingenuas como a quienes tienen poca formación católica.

Reflexionemos sobre las lecturas de hoy:

Del libro del profeta Daniel 3, 14-20, 91-92, 95: En aquellos días, el rey Nabucodonosor preguntó a Sedrak, Mesak y Abednegó si se negaban a adorar la estatua de oro que había mandado erigir. Les advirtió que si no obedecían, serían arrojados al horno encendido. Ante esta amenaza, ellos confiaron en que Dios podría liberarlos y rechazaron servir a otros dioses. Enfurecido, Nabucodonosor mandó aumentar el fuego del horno, pero el ángel del Señor protegió a los tres hombres de las llamas. Sorprendido, el rey reconoció el poder del Dios de Sedrak, Mesak y Abednegó.

Del Evangelio según San Juan 8, 31-42: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus seguidores que si se mantenían fieles a sus enseñanzas, conocerían la verdad y serían libres. Al enfrentar la resistencia de quienes decían ser hijos de Abraham, Jesús les señaló que todo el que peca es un esclavo y que sólo el Hijo puede otorgar verdadera libertad. Les explicó que no se comportaban como verdaderos hijos de Abraham ni aceptaban a Dios como Padre, lo que les impedía recibir a su Enviado.

Jesús subraya que lo que importa ante Dios no es pertenecer a un gran pueblo o ser descendientes de antepasados ilustres, sino tener una fe auténtica y obras conformes a su ley. Es fundamental madurar en la fe y buscar información veraz. Creer en Jesús significa no prestarse a rumores y falsedades sobre él, la Virgen, los apóstoles y el magisterio de la Iglesia. Se trata de ser cristianos formados y bien informados.

Amén, Señor Jesús.