
EL VALLE DEPORTIVO
- Pedro Eric Fuentes López
- 7 abril, 2025
- Columnas
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Pedro Eric Fuentes López
“Los cambios más importantes de la vida raramente avisan antes de llegar” H. Jackson Brown Jr.
Les comentaba en corto a mis amigos Iván y Oger, a quienes me encontré en un restaurante, después de muchos, pero muchos años sin coincidir, que los momentos mágicos y especiales ocurren en un instante y que, podrá pasar lustros e incluso décadas sin vernos, y la amistad prevalece, y ese es uno de los regalos más poderosos del universo o destino o como quieran llamarle, porque de pronto, en el mar perene de recuerdos, añoranzas y anécdotas conectan de una manera especial, única, enriquecedora y del más alto valor de los valores, ah, y si a esto le agregamos que departimos con una rica charla, y yo en compañía de mi André, fue un justo regalo de mi divinidad, amén de las palabras tan deliciosas que me profirió el buen Oguer. Gracias por tanto, amigo querido y entrañable. Y es justamente así cuando la vida, el destino, el cosmos, etc., nos presenta momentos que se convierten en historias y éstas, a veces, a menudo, suelen ser duras y con secuelas, y otras, llenas de advertencia al siguiente paso que los demás debemos identificar como oportunidades de vida para crecer y en consecuencia, para corregir nuestro camino. Y no! no es fácil y más aún cuando todos sabemos que solo triunfan los que se arriesgan, quienes se aventuran en la cosecha de sus sueños, aquellos que labrando su andar, han dejado hasta el último suspiro por lograr éxito, personal, familiar y colectivo que redunde en beneficio de la sociedad y que al mismo tiempo, impacte de manera directa y recurrente en aquellas personas -a veces- en igualdad de vida, es decir, en la cruda pobreza o en la opulencia, porque cuando uno alcanza a diferenciar eso y lo demás, créanme que ocurre el milagro ni siquiera pedido y mucho menos pensado. Pero así se construyen los caminos del hoy y del mañana, con piedras por doquier en el camino, lo que da origen a sacar flaqueza de toda desavenencia, porque saben, cuando uno lo conquista -el triunfo, el éxito- nada se compara con ese logro.
Y para muestra el mejor botón en este instante. Resulta que estoy maravillado con la historia de vida de Letsile Tebogo, velocista de 21 años, quien se convirtió en el primer campeón olímpico de la historia de Botsuana en París 2024. Me llamó la atención su expresión de: “Dejo que mis piernas hablen” entonces, en un certamen mundialista, mientras se acomodaba en los tacos, el joven atleta respiró hondo y miró al cielo. Y, tras un breve momento de silencio en el estadio donde competiría, seguido de la sonora explosión de la pistola de salida, dio sus primeros pasos en la carrera que le convertiría en el primer medallista de oro olímpico de Botsuana. Tebogo triunfó cuando más importaba, demostrando el viejo adagio de que las acciones hablan más que las palabras. Enseguida de ganar dijo lo siguiente: “Prefiero estar callado y dejar que hablen mis piernas. Siempre he sido una persona reservada y el atletismo no cambiará la persona que soy; creo que el silencio es el camino”. El campeón olímpico de los 200 metros, confesó que el deporte le brindó toda la importancia en el atletismo para su vida, lo que se refleja hoy en día y quiere extender el poder adquirido en estos momentos, porque pregona que sin el deporte probablemente sería hoy un criminal, toda vez que en el barrio en el que creció había muchos criminales, por lo que practicar y desarrollar una actividad deportiva era la única forma de sobrevivir.
Cierro. Una vez que -a título personal- entiendo eso, sigo creyendo que lo mejor que le puede suceder a alguien, es practicar algún deporte, o bien para modificar y/o cambiar algo, o todo, y como resultado de eso, ser y estar mejor día con día. Siempre me he preguntado, por ejemplo, ¿dónde estaríamos si el deporte no hubiera funcionado?
Pásenla bien!!!