Alcoholismo, enfermedad que no distingue géneros

Toluca, Méx.- El alcoholismo no distingue géneros, grupos sociales, religión, ni discapacidad y para combatir esta problemática social, en la actualidad hay 14 mil grupos de ayuda mutua distribuidos en todo el país, que ofrecen un espacio seguro, inclusivo, libre de prejuicios y con apoyo en su proceso de recuperación.

Arturo Sabines Torres, Presidente de la Central Mexicana Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos A.C, explicó que la enfermedad no distingue entre condición social, género, orientaciones sexuales o ninguna otra característica personal. Sin embargo, muchas veces personas con discapacidad, de poblaciones indígenas o de la comunidad LGBTIQ+ enfrentan desafíos adicionales, como el estigma y la discriminación, que pueden dificultar su acceso a la ayuda necesaria.

“A lo largo de los 90 años de nuestra historia, hemos trabajado de manera constante para crear ambientes donde todos los miembros de la comunidad puedan compartir sus experiencias, fortalezas y esperanzas sin temor a ser juzgados. Entendemos que la inclusión es clave para una recuperación efectiva, y por eso nos aseguramos de que cada persona, independientemente de su identidad, tenga el mismo acceso a los recursos, herramientas y apoyo necesarios para superar el alcoholismo”, dijo.

Por ello, indicó que se ha reforzado la labor para garantizar que todos los individuos, sin importar su origen, condición, orientación sexual o identidad de género, se sientan bienvenidos en los grupos.

Sabines Torres reiteró que continúan capacitándose en temas de diversidad e inclusión, promoviendo un enfoque sensible y respetuoso para con todas las personas que forman parte de los grupos. Este compromiso va más allá de las palabras, y se refleja en la labor diaria para ofrecer un espacio donde se valore la dignidad y los derechos de cada ser humano.

“Es fundamental que las personas de pueblos indígenas, con discapacidad o miembros LGBTIQ+ se sientan visibles dentro de la comunidad y que tengan un entorno donde puedan expresar sus inquietudes y recibir apoyo sin temor a la exclusión. En nuestra comunidad, el respeto, la empatía y la unidad son los pilares que permiten a cada individuo avanzar en su recuperación, independientemente de sus diferencias personales”, dijo.

Por su parte, la psicóloga Irma Hernández, señaló que en algunos momentos de la vida pueden resultar difíciles de reconocer, principalmente cuando hay problemas en casa, trabajo, familia, salud o incluso con nuestra vida social, y esto puede derivar en tratar de encontrar una solución a través de las bebidas alcohólicas.

“La enfermedad del alcoholismo puede afectar a cualquier persona, y en su misión de recuperación no hay distinciones. Cada paso hacia la sanación es una victoria compartida, y nuestra comunidad está lista para acompañar a quienes lo necesiten en su camino hacia una vida libre de alcohol”, dijo.