EMERGENCIAS Y URGENCIAS 29

3 de enero de 2025

Sacerdote Daniel Valdez García 

Queridos hermanos y hermanas,

Hoy reflexionamos con un importante pasaje del evangelio según san Marcos (5,1-20), que nos recuerda la autoridad y compasión inigualables de Jesús. Al llegar a la región de los gerasenos, Jesús se encontró con un hombre poseído por una legión de demonios, viviendo entre tumbas y sin que nadie pudiera controlarlo. Pero al ver a Jesús, el hombre corrió y se postró ante él, reconociendo su divinidad. Jesús, siempre dispuesto a liberar a las almas perdidas, expulsó los demonios y los permitió entrar en una manada de cerdos que se precipitaron al mar. Este acto, más que un milagro, fue un testamento de liberación y esperanza para quienes habían perdido toda esperanza.

Unas explicaciones: Gadara y Gerasa eran dos ciudades distintas donde Jesús realizó milagros de liberación demoníaca, ambas partes de la Decápolis, al sureste del Mar de Galilea. Jesús no fue solamente un maestro de parábolas; también fue un poderoso salvador que demostró su autoridad sobre la naturaleza (4, 35-41), los demonios (5, 1-20),  la enfermedad (5, 21-34)  y la muerte, como la resurrección de la hija de Jairo. No hubo “conato de resistencia”, solo victoria (5, 35-43).

Gerasa, situada cerca del Mar de Galilea, albergaba una legión romana cuyo símbolo era el cerdo salvaje. Para los judíos, el mal provenía del mar con los romanos y consideraban impuro al cerdo, lo que daba dramatismo al relato donde Jesús, con calma y dominio, manejó una legión de demonios enviándolos a los cerdos que se precipitaron al abismo. Este acto ilustró la instrucción para sus discípulos y la esperanza para los gentiles de la Decápolis.

La temática de “Emergencias y Urgencias” nos invita a reflexionar sobre nuestra capacidad de respuesta ante las crisis personales y colectivas. En la vida médica, distinguimos entre Conato de emergencia, Emergencia parcial y Emergencia general. Un Conato de emergencia es un desafío menor que podemos resolver eficazmente con calma y los recursos adecuados. Es una lección sobre cómo debemos enfrentar los problemas:

– Con serenidad y claridad mental.

– Utilizando recursos y medidas adecuadas.

– Evitando riesgos innecesarios.

– Comunicándonos con los canales apropiados para ayuda.

Jesús viajó hasta allí para ayudar a este hombre, demostrando que no hay distancia demasiado grande cuando se trata de salvar a una persona. A los gerasenos no les importaba el endemoniado, lo veían como un problema que debían soportar. Sin embargo, Jesús se cruzó el mar enfrentando una tormenta para ayudar a esta persona, mostrando cuánto valor encontraba en cada alma. Así salvó una emergencia espiritual y previamente calmó una urgencia natural (4, 35-41).

La breve pero intensa estancia de Jesús entre los gergesenos convirtió a un desdichado en un ferviente predicador de la gracia divina. Observamos en Jesús no solo el poder, sino la serenidad y el dominio sobre lo que para el hombre es imposible. Su victoria fue total y pacífica, sin resistencias ni dudas. Este pasaje nos llama a reconocer esa misma calma y certidumbre en nuestro camino de fe.

Que este mensaje cale hondo en nuestros corazones y nos inspire a actuar con amor y confianza en cada circunstancia.

Amén, amén, Santísima Trinidad.