Persiste miedo por inseguridad 

Laura Castillo García

Vocera del Movimiento Antorchista en el Estado de México

Las esperanzas de los mexiquenses en torno a que el año nuevo, el 2025, trajera paz y seguridad al territorio en donde viven, se desvanecieron al enterarse que en el Estado de México, en lo que va del mes de enero, las cifras diarias de homicidios van de seis, siete y hasta nueve casos de personas asesinadas y que la entidad lidera los casos de feminicidio a nivel nacional, de acuerdo a lo publicado por el periódico El Universal del pasado 16 de enero, el cual también reveló que el Estado de México desplazó a Sinaloa en las cifras de homicidios dolosos que diariamente difunde la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) del gobierno federal.

En las primeras semanas de enero en el Estado de México ocurrieron, en promedio, seis homicidios diariamente, mientras que en el 2024, se registraron cinco cada día, según la estadística del gabinete de Seguridad del Gobierno de México. 

Desde el año pasado, y todavía hace dos días, el gobierno del Estado de México ha publicitado, con bombo y platillos, que en los últimos dos años se redujeron los índices delictivos en: homicidio doloso, secuestro, extorsión, feminicidio y violencia contra mujeres. No obstante, las cifras mencionadas en el primer párrafo de este escrito, señalan que continúan tanto los homicidios como la violencia contra las mujeres, que en su grado máximo se manifiestan en feminicidios.

Francamente, no podíamos esperar que sucediera otra cosa en este año 2025 si en el 2024 cerraron muy mal las cosas en el terreno de la inseguridad. Como recordaremos, en mi colaborción del pasado 8 de diciembre, informé que los municipios que cerraban el año con más inseguridad eran: Naucalpan de Juárez, Ecatepec de Morelos, Cuautitlán Izcalli y Chimalhuacán y que la revista buzos de la noticia, en su edición del pasado 16 de octubre, denunciaba que el 87 por ciento de los mexiquenses “vive con miedo” debido a los altos y críticos índices de inseguridad que viven los 125 municipios del estado.

Y es que no se producen milagros al cambiar de un año a otro: el 1 de enero, en el Estado de México ocurrieron 5 homicidios de los 60 que se registraron en el país; el 2 de enero, la entidad sumó 5 víctimas por homicidio de un total nacional de 42, seguido de Sinaloa, Michoacán y Guanajuato, en condiciones de violencia y con arma de fuego; el 3 de enero se reportaron un total de 75 homicidios, Guanajuato tuvo la mayor incidencia con 14 casos, mientras que en el Estado de México hubo cinco occisos; el 4 de enero fue el día negro para el territorio mexiquense, al registrar siete homicidios dolosos; mientras que el 5 de enero las dependencias reportaron seis casos; el 6 de enero, también fue de alta incidencia, con nueve asesinatos; y el 7 de enero, hubo cinco casos contabilizados; cifra que se mantuvo al 8 de enero; del 9 al 14 de enero, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) reportó 35 homicidios más, con un promedio de 6 hechos por día.

En el caso de los feminicidios: el primero de este año ocurrió en Calimaya; se detuvo al presunto feminicida en flagrancia en Santa María Nativitas, quién disparó en contra de su pareja; En Toluca, una joven fue encontrada asesinada en los Ejidos de La Constitución Totoltepec; en el municipio de Ecatepec, una mujer de aproximadamente 40 años fue baleada, mientras conducía su vehículo en el cruce de las calles Circuito Herrería y Tizoc, en la colonia Cuauhtémoc.

No obstante los altos niveles de inseguridad, el gobierno federal recortó los recursos federales que aportaba al Edomex para fortalecer las estrategias de seguridad en los municipios, los cuales eran aplicados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública a través de los programas Subsidio para la Seguridad Municipal (Subsemun) –2011 a 2015– y del Fortalecimiento del desempeño en materia de Seguridad Pública (Fortaseg) –2016 a 2020– con el objetivo de: profesionalización, certificación y equipamiento de los elementos operativos de las entidades federativas con altos índices de delincuencia. Actualmente, el Estado de México recibe apoyos para la seguridad pública, entre ellos el Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP) y el Programa de Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaseg).

Los expertos dicen que el gobierno federal ya no apoyará el fortalecimiento de la seguridad municipal porque ese dinero lo ocupará en el fortalecimiento de los programas sociales que tan buenos resultados electorales les está dando; otras muchas voces dicen que ya no apoyarán la seguridad pública porque muchos presidentes municipales entablaron alianza con la delincuencia organizada y hasta “les han abierto las puertas de sus territorios para que operen a la libre y sin consecuencias penales”.

Como quiera que sea, el resultado es que los mexiquenses seguimos viviendo con miedo, tal vez ahora nos invadirá el terror porque el gobierno federal nos abandonó y nos dejó en manos de la delincuencia.

Los mexiquenses, y todos los mexicanos, debemos pensar en serio en conformar una gran organización ciudadana que ponga freno a todas esas perversidades. Debemos manifestar públicamente nuestro enojo por la gran inseguridad que sufrimos, pero lo mejor sería que el poder político del país esté encabezado por verdaderos representantes del pueblo, que no lo traicionen y sí trabajen para construir un país próspero en el que todos podamos vivir con tranquilidad.