uniRversO
Por: Rocío Hernández Rogel
Es para mí un enorme gusto poder comenzar a compartir en este espacio algunas líneas, donde pueda mantenerte o alentarte a vivir con un enfoque optimista-positivo. Entendiendo que el ser positivo, es la habilidad que tenemos de poder utilizar nuestras fortalezas en momentos de adversidad, para encontrar el cómo sí o bien, para mantenernos de pie cuando pasa la tormenta y también para potenciar el sentido de nuestra vida, si es que en la actualidad va en decadencia.
En este espacio además hay letras que resaltarán en todo el texto, con las cuales podrás formar una frase en todo este uniRversO que te voy a compartir de manera quincenal, cada lunes.
Hoy escribiré sobre “la gratitud”.
Hagamos una pausa, reflexionemos sobre todo lo que nos hemos “quejado” en los primeros 20 días que han transcurrido de este 2025, pensemos en lo que hemos agradecido también, ¿podemos percibir la diferencia que existe en nuestro cuerpo? ¿qué ocurre cuando nos quejamos? ¿qué ocurre cuando agradecemos?
Algunas personas se la viven en la queja constante, quizá porque así crecieron con el ejemplo de entornos y contextos poco afortunados, donde se externa la carencia todo el tiempo, la “falta de”…, y en qué momento nos detenemos a ver o apreciar lo que sí hay o las transformaciones que, aunque por mínimas que parezcan, son valiosas y significativas porque algo es seguro: ya no se está en el mismo lugar o de la misma manera.
Me puedo ir a cosas cotidianas, desde la queja del por qué están arreglando las calles, por qué están pintando así las escuelas, por qué el camión de la basura ahora pasa en un día diferente, por qué el semáforo dura más o menos, por qué tengo que formarme y esperar en la fila del super mercado, podría mencionar más, pero creo que no es el punto, solo quería ejemplificarlo.
Ahora bien, lo que sí es el punto es que debemos mantener el foco en lo que sí hacemos, lo que sí tenemos, en quién o quiénes acompañan nuestro día a día y en qué podemos hacer cada uno desde nuestra trinchera, en lo que podemos hacer para seguir mejorando y avanzando, a qué o a quién, o quiénes le decimos “GRACIAS”, porque todo lo que hacemos, el rol que desempeñamos sin mirarlo con jerarquías o posiciones sociales, tiene importancia ¿sabes por qué? por el simple hecho de EXISTIR, de poder respirar y compartir lo que hacemos y lo que somos, para que este mundo pueda seguir funcionando y ser mejor.
Cuando agradecemos, nos permitimos vivir nuestro aquí y ahora, nuestra frecuencia de energía se eleva para que sucedan más cosas por las cuales agradecer; porque esta palabra es la acción que deriva de la gratitud y sabes qué, también agradece por las cosas que no salieron bien, por los malos momentos, los tragos amargos o las equivocaciones. Quizá, muy probablemente dirás: ¿cómo voy a agradecer eso?
Pues sí, a eso se le llama “optimismo trágico”: la vida tiene sentido y esperanza al mismo tiempo que reconocemos la pérdida, el dolor y el sufrimiento. Esto lo definió por primera vez Viktor Frankl en 1985, el psicólogo Austriaco y sobreviviente del Holocausto, sostuvo que: “hay espacio para experimentar tanto lo bueno como lo malo, y que podemos crecer a partir de ambos”.
Así que, nuevamente te invito a detenerte y reflexionar ¿qué es lo bueno y lo malo que he vivido? ¿qué obtuve de ambas experiencias? Precisemos sobre todo en lo malo, en lo incómodo, en lo que duele, ahí está el regalo después de agradecer.
No hay nada más gratificante que poder agradecer la plena existencia y nada más liberador que soltar la queja.
Gracias por leerme, sé que podrías estar haciendo cualquier otra cosa, pero me regalaste lo más preciado que tienes: tu TIEMPO. Y ya que iniciamos en modo agradecimiento, quiero también expresarle las gracias al periódico “El Valle” por abrir las puertas a este espacio en el que estaremos en contacto.
Siempre hay algo para compartir, yo soy Ro y puedes seguirme en mis redes sociales y enviarme tus opiniones que con gusto voy a leer, no olvides formar tu frase.
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