POLÍTICA AMBIENTAL
Por Ing. Luis Eduardo Mejía Pedrero
CONSECUENCIAS DE “LA NIÑA” PARA EL PRIMER TRIMESTRE DE 2025
Luego de la crisis hídrica del 2023 y 2024, el monitoreo y pronóstico de lluvias del presente año forma parte esencial para la toma de decisiones de los responsables del suministro de agua en 13 municipios mexiquenses (Acolman, Atizapán de Zaragoza, Coacalco, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Huixquilucan, Naucalpan de Juárez, Nezahualcóyotl, Nicolás Romero, Tecámac, Tlalnepantla, Toluca y Tultitlán) y en las 13 alcaldías de la Ciudad de México (Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Benito Juárez, Coyoacán, Cuajimalpa, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Iztacalco, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Miguel Hidalgo, Tláhuac y Tlalpan) que reciben agua del Sistema Cutzamala.
Si bien existen reuniones periódicas del Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas (CTOOH) donde se dan a conocer la tendencia en lluvias y almacenamiento en las presas, la situación trasciende más allá de la Comisión Nacional del Agua, por las consecuencias del manejo de la infraestructura hacia la población en general y últimamente han estado bajo fuerte escrutinio.
Recuerdo vívidamente las palabras de mi estimado profesor de estructuras, el Dr. Horacio Ramírez de Alba, quien nos advertía: “¡jóvenes, ustedes van a matar gente!” cuando detectaba errores en nuestros cálculos. Yo amplio la frase a: “podemos matar de sed o enfermades hídricas a la gente”.
Se ha concluido en que parte del comportamiento de lluvias en nuestro país se explica a partir de las condiciones del fenómeno del El Niño (ENSO: El Niño-Southern Oscillation, por sus siglas en inglés) es un fenómeno climático global que describe la interacción entre las condiciones oceánicas y atmosféricas en el océano Pacífico ecuatorial. Este fenómeno tiene tres fases principales que afectan significativamente el clima en distintas regiones del mundo: El Niño, La Niña y fase neutral.
El fenómeno de La Niña se ha establecido oficialmente desde diciembre de 2024 y se espera que persista durante el invierno de 2025. Durante La Niña, las aguas del océano Pacífico ecuatorial están más frías de lo habitual, lo que afecta los patrones climáticos globales y regionales. En el centro de México, esto se traduce en una reducción de las lluvias pues tiende a disminuir las precipitaciones en el centro y norte del país durante el invierno. Los sistemas frontales suelen ser menos frecuentes o húmedos, reduciendo la cantidad de lluvia que llega a estas regiones. Es común que los inviernos en La Niña sean más secos de lo normal, lo que puede intensificar la temporada seca típica de esta época.
Ante el panorama anterior, el Servicio Meteorológico Nacional ha pronosticado para el Estado de México lluvias por debajo de la media histórica de apenas 5 mm para enero, 10 mm en febrero y 15 mm en marzo; lo que indica que deberá continuar la política de racionamiento de agua del Sistema Cutzamala, cuyo almacenamiento total, ronda el 62% comparado con el 40% que tenía en el 2024, 56% en el 2023, para estas fechas.
PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE
Ante la perspectiva anterior, se refuerza que las autoridades municipales que reciben agua del Sistema Cutzamala deben de poner en marcha fuentes alternas para el abastecimiento público, reduciendo la dependencia de fuentes externas, tal y como lo ha planteado y empieza a trabajar el Organismo Agua y Saneamiento de Toluca. Recuerden #SalvemosOjuelos.
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