ACLED alerta que la mitad de los mexicanos está expuesto a la violencia 

Ciudad de México.- Un informe de la organización ACLED reveló este miércoles, que México es el cuarto país con mayores niveles de violencia en el mundo, solo superado por Palestina con 100%, Myanmar con 68%, Siria con 61% y Ucrania con 46%.

Según la investigación, 48% de la población mexicana vive a menos de 5 kilómetros de un conflicto violento.

“Estar expuesto a un conflicto significa que la población vive en una zona de desorden o agitación activa. Las personas se ven perjudicadas por esta exposición de diferentes maneras: pueden resultar directamente heridas, pueden verse envueltas en un conflicto activo, ellos y su grupo pueden ser objeto de ataques, o pueden verse afectados por la destrucción de su aldea, barrio o ciudad”.

ACLED habilitó en su portal de internet una herramienta que permite calcular el número de personas que viven próximas a sucesos violentos.

De esta manera, México y Colombia son los dos países del mundo que, a pesar de no estar en guerra, tienen porcentajes de población expuesta a ataques armados, actos de violencia política y disturbios similares a las naciones envueltas en conflictos bélicos.

En lo que va de 2024, 12.6 millones de mexicanos han estado a un kilómetro de actos violentos, mientras que 27.9 millones viven a dos kilómetros y 61.8 millones a cinco kilómetros de distancia. 

La base de datos de ACLED contabiliza 13 mil 736 eventos violentos en México, entre el 1 de enero y el 6 de diciembre de este año.

La mayoría de los eventos violentos en nuestro país se concentran en estados como Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Chiapas, Veracruz y Sinaloa. 

La herramienta de ACLED distingue entre violencia política, violencia del crimen organizado y protestas públicas.

“Los lugares más violentos están experimentando tipos de conflictos muy diferentes: desde campañas de bombardeos en todo Medio Oriente, violencia de turbas en India, una guerra civil de cárteles en México, competencia yihadista interna sumada a mercenarios en el Sahel, antagonismos en el Mar Rojo, un estancamiento interestatal en Ucrania, hasta la violencia de Sudán contra civiles”, reseña el análisis.