EL VALLE DEPORTIVO

Pedro Eric Fuentes López

El éxito no se da de la noche a la mañana. Es cuando cada día eres un poco mejor que el día anterior. Todo suma. Dwayne Johnson.

Antes imaginaba y pensaba que llegar a la edad de los 50 años significaba estar o ser viejo. Sin embargo, es mero trámite de números, aunque sí es razonable la cruzada de los anales, también lo es qué significa, quizás, uno de los mayores logros y éxitos en la vida misma. Muchos se han quedado en el camino y algunos más sufren estragos por condiciones diversas. Habemos otros que sumamos un lustro más a esa cifra y es difícil evitar caer en precisiones de índole matemática y más aún al análisis de conquistas, logros, objetivos y más. Llegar y estar, esa es la misión, hacerlo de la mejor manera es la fórmula perfecta para seguir avanzando. Gracias a la vida, Dios, el destino, cosmos, universo, o lo que quiera que sea que me permite estar contigo, con ustedes y compartirles lo siguiente.

Es bien sabido que todos los comienzos en cualquier sentido y momento para cualquier persona no son fáciles. En el camino hacia el éxito se cruzan muchos noes en los intentos y, por si fuera poco, el mentado rechazo continuo de otros inconvenientes, incluida la mentada frustración para lograr aquella conquista que impulsa el camino al éxito, pero que también -infortunadamente- hace desistir a más de un aspirante. Y es acá el momemto en que solo aquellos que han sido capaces de seguir su propio instinto, ese que dicta y pregona que sí se puede conseguirlo, han o hemos podido llegar a la meta…aún a sabiendas de que los propios tropiezos son aquellas magníficas enseñanzas para superarnos a nosotros mismos. Y no se trata en todo caso de ir contra corriente sino ser pertinaz, insistir y no desistir, un poco de locura combinada con terquedad y la visión bien firme y determinada sobre el o los objetivos, hasta que el menos una vez en la vida se logre cruzar es línea de meta, momento preciso donde todo tiene respuesta, conocimiento y entendimiento. Eso da pie a que el inmediato proceso se lleve al cabo con mejor aplome, más estructura, excelsa preparación, entrega, y entonces llega el manjar delicioso de lo que es y significa conseguir y tener éxito.  

Subirse a un ideal es sin duda algo que puede provocar felicidad, la importancia de ello es saber también que hay varios sacrificios y estragos. Luego entonces llega el momento en que nuestro instinto nos dice que sí, que se puede conseguir, que no existe ni es un simple y mundano capricho sino la entrega ideal para sentirse mejor que ayer y mejor que mañana, y como por arte de magia aparece la clásica frase: “Cueste lo que cueste, lo voy a lograr”. Para apreciar mejor todavía ésta condición, es preciso valorar, recordar y tener muy presente que quienes han alcanzado la gloria del éxito sea cual sea la esfera en la que lo consiguieron tampoco fueron fáciles sus comienzos, pero como a nosotros mismos, la semilla estaba y está sembrada y entonces su instinto y el de cada uno de nosotros dice: “No te rindas, sigue intentándolo” lo que me lleva a seguir pensando, sintiendo y preguntándome: ¿hubieran sido sus vidas y las nuestras lo mismo si se hubieran rendido ante aquellos que les auguraban el fracaso? No lo sé y tampoco se puede saber. Lo único cierto es que ese instinto es lo que nos ha traído hasta acá y lo que les y nos ha hecho llegar más lejos.

Y ahora que todo el mundo está de cabeza, con la temporada invernal y sus tradiciones decembrinas y anhelos por lo que viene y está por llegar, pudiera este texto hasta convertirse en anécdota, pero ¡no! Se trata de destacar la audacia y valentía de todo aquellos que acuñan en sus capacidades para aprovechar oportunidades, porque finalmente el no ya lo tenemos, suele decirse como sugiriendo que no deberíamos temer al rechazo. Pero entonces debemos apostar a un enfoque proactivo que nos permita aceptar como enseñanza perenne que pedir ayuda puede abrir puertas inesperadas y es una habilidad crucial para el éxito. Al mismo tiempo enfatizar la importancia de la reciprocidad, en el entendido de que, así como es vital pedir ayuda, también lo es ofrecerla. Este principio, aplicado en la vida en todo momento como en el deporte, permite y permitirá no solo avanzar en proyectos, sino también construir relaciones sólidas y duraderas en tiempo y forma real.

Contar y dar un paso significativo hacia el éxito personal y profesional, requiere de sacrificios y aprendizajes diarios, así como muchos grandes sueños requieren colaboración y que no hay que temer solicitar apoyo cuando sea necesario, porque -por ejemplo- el que el verdadero liderazgo no se trata solo de tener grandes ideas, sino también de saber cuándo y cómo pedir ayuda para convertirlas en realidad. Humildad y apertura para aprender de otros fue, es y será, sin duda, uno de los factores clave que sin temor a equivocarme en su momento y oportunidad causará el extraordinario éxito.

No conozco el secreto del éxito. Pero el secreto del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo. Bill Cosby.

Pásenla bien!!!