Las mieles de haber otorgado el poder absoluto

Ya mucho se ha dicho que el poder absoluto corrompe absolutamente y es justamente lo que ha pasado en estos días, pues somos observadores y no actores, de lo que la mayor de las minorías decide por todos; modificar la constitución a su antojo.

Es una máxima en todas las democracias que el establecimiento de instituciones que funjan como contrapesos es indispensable para la correcta actuación de las autoridades en la inteligencia de que muchas veces se exceden en los alcances de sus disposiciones, de ahí que sean necesarias las instituciones de transparencia, las especializadas en materia de telecomunicaciones, economía y hasta en justicia.

En estos días veremos que tales apuntalamientos democráticos desaparecen y siguen con una idea de que sigue la democracia con más fuerza, pues estos cambios están justificados en razón de la desaparición de la democracia, dato que es sin duda un juico de valor pues no se han presentado ni las pruebas contundentes al respecto de tales actos, ni la relación que guarde la desaparición de instituciones en favor de la desaparición del a corrupción.

Ahora bien, la reforma judicial no suma en absoluto, por el contrario, resulta de ocurrencias demagógicas que igualmente no vinculan los actos que se pretende sean ejecutados con la solución que se requiere, es decir, se encuentran desarticulados, pues no se relaciona que un juez sea electo con la existencia o no de corrupción; y sí se visualiza una dependencia política de alguien que debe ajustarse únicamente a su conocimiento de leyes.

Qué importa si se trata de un grupo de 43 senadores que no de corromperse, al final el pueblo ha decidido su destino meses atrás. MORENA ha de tener la solución que espera la gente, aunque no sea la más adecuada.

Resulta pues irónico que en el mes de septiembre se elimine una de las características de nuestro México, que resultará ser una república de cascarón, que no tiene nada de plural o en la que todos seamos actores de la vida social y política. La república será nunca jamás un gobierno de todos en México, y se habrá de transformar en un gobierno de algunos, de aquellos que se encuentren ungidos por el patriarca.

Se viene el plan de MORENA para continuar con el poder y así como van las cosas, no será muy difícil para ellos, ya que se controla los medios de comunicación, la opinión pública y además, la sociedad se cree ciegamente el contenido de las mañaneras presidenciales, sin entender que es una farsa o un montaje, que han prometido ser diferentes y aparentemente son peores, pero de eso se encargará la historia, de otorgarle el lugar tan apreciado que López Obrador buscaba en los anales.