Hablemos de Chiapas
- Elva María Maya Marquez
- 6 agosto, 2024
- Columnas
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Chiapas se localiza al sureste de México; colinda al norte con el Estado de Tabasco, al oeste con Veracruz y Oaxaca, al sur con el Océano Pacífico y al este con la República de Guatemala. Con más de 5 millones y medio de habitantes, se convierte en la octava entidad más poblada que representa el 3.8% de la superficie del país; con 74 mil 415 km2.
El Estado de Chiapas cuenta con 124 municipios, mismos que se distribuyen en 15 regiones. De acuerdo con los criterios de la distribución de la población realizada por el INEGI, el 49% de la población en Chiapas es urbana y 51% es rural. Existen alrededor de 21 mil localidades rurales y 206 urbanas. Habita una población pluricultural sustentada en sus pueblos indígenas de origen Tseltal, Tsotsil, Chol, Zoque, Tojolabal, Mame, Kakchiquel, Lacandón, Mocho, Jacalteco, Chuj y Kanjobal.
En 2022, con base en el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), 67.4% de la población se encontraba en situación de pobreza, y el 28.2% vivía en pobreza extrema. El 31.1% presentaba rezago educativo. Respecto a la carencia por acceso a los servicios de salud, se dio un incremento entre 2020 y 2022 al pasar de 37.1% a 66.1%, lo que equivale a 1 millón 600 mil personas más sin acceso a este derecho social. En lo que se refiere a carencia por acceso a la seguridad social, el 77.9% de la población, es decir, poco más de 4 millones 400 mil personas, presentan esta condición.
En 2020, el Índice de Rezago Social (IRS) de Chiapas, obtuvo el lugar número 1 y alcanzó un grado de rezago social muy alto, para 2023, se informa que Chiapas continúa dentro de las entidades federativas con IRS persistente, destacando las localidades de Oxchuc, Chamula, Chalchihuitán y Simojovel.
Como destino turístico, alberga la imponente Selva Lacandona, El Cañón del Sumidero, el Parque Nacional Lagunas de Montebello, Centro Ecoturístico “Cascadas el Chiflón”, San Cristóbal de las Casas, Chiapa de Corzo, Comitán de Domínguez, Tapachula, Tonalá, las zonas arqueológicas de Palenque, Bonampak o Yaxchilón, y muchos otros lugares que atraen a turistas nacionales y de diferentes partes del mundo. En cuanto a su gastronomía, sobresale la cosecha de café, el plátano y el coco. El maíz también se cultiva casi en todas partes.
No obstante, existen “otros datos” del Estado de Chiapas, de los que no se habla con tanta frecuencia y es importante tener presente. El pasado 28 de junio, derivado de una “confrontación” entre el “Cártel de Sinaloa” y el “Cártel de Chiapas y Guatemala”, el gobierno Federal y Estatal confirmaron el hallazgo de 20 cuerpos, todos del sexo masculino, en el interior de un camión de volteo, en un camino rural de la comunidad de la Concordia, Chiapas.
Las primeras indagatorias señalan la disputa por el control de esa zona fronteriza, esto, con base en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Cabe resaltar que la cifra de fallecidos no fue coincidente entre el gobierno Estatal (19) y el gobierno Federal (20), lo que una vez más deja al descubierto la falta de coordinación entre diferentes órdenes de gobierno. De acuerdo con la Fiscalía Estatal, entre los cuerpos hallados, cuatro eran de origen guatemalteco.
En este mismo orden de ideas, la madrugada del 20 de julio se reportaron al menos 13 bloqueos carreteros en 7 municipios, en donde se presume que los bloqueos y las movilizaciones se realizaron por civiles que son presionados por grupos del crimen organizado que se disputan la zona. Cabe señalar que al pasar de los días se habló de una cifra de hasta 30 carreteras bloqueadas.
La Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas, Todos y Todes” (Red TDT) , Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz) y el Movimiento Sueco por la Reconciliación (SweFOR), además del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), dieron cuenta de al menos 14 municipios de la sierra y la frontera que están “en riesgo inminente” a consecuencia del recrudecimiento de la violencia que está teniendo lugar por la disputa del territorio entre grupos del narcotráfico. También, señalaron que se está reclutando de manera forzada a personas civiles, por lo menos de la Frontera Comalapa, Chicomuselo, La Grandeza, Bella Vista y Siltepec.
Agregaron que por lo menos desde el domingo 14 de julio, hay indicios de un aumento de las hostilidades entre los grupos armados del crimen organizado que desde 2021 se disputan el control de la zona fronteriza, por lo que pidieron la intervención del Estado mexicano.
De junio de 2021 a la fecha, más de 10 mil personas de la región frontera de Chiapas han sido víctimas de desplazamiento forzado por la violencia generada por grupos del narcotráfico, que implica asesinatos, desapariciones, extorsiones, levantones, reclutamiento forzado y control en general de la zona, con “omisión y consentimiento del Estado mexicano”, denunciaron organizaciones (Xantomilla y Laureles, 2024).
El obispo de Tapachula; Jaime Calderón, en un escrito con fecha de miércoles 24 de julio, indicó que al rezago y la pobreza ancestral que han padecido en Chiapas, ahora tienen que sumar vivir “secuestrados” en sus comunidades, pagar el derecho de piso al cártel que corresponda según donde vivan, ser obligados por turnos para estar en los retenes que impiden el libre tránsito, para no ser multados y agredidos si no cumplen con este deber impuesto.
El obispo de la iglesia católica del sur de México afirma que, en la sierra fronteriza con Guatemala, la zona de donde huyeron casi 600 personas para refugiarse en territorio guatemalteco, la población civil fue obligada a “participar como escudos humanos” en los enfrentamientos entre los grupos del crimen organizado que se disputan esa región, y aunque en el comunicado se habla de 600, se desconoce con exactitud el número de desplazados, pues algunas fuentes refieren hasta mil personas durante el mes de julio.
En el mismo escrito, apunta que la presencia permanente de los cárteles de la droga disputando el territorio, se da ante la indiferencia y complicidad aparente de la Guardia Nacional y del Ejército mexicano, con la complacencia de un gobierno Federal y Estatal que, argumentando desconocimiento o el tener una imagen distinta de la situación, se limitan a tener presencia en territorio sin intervenir para proteger a la población.
El Presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, confirmó el miércoles 24 de julio, la llegada a su país de familias mexicanas que huían de la violencia. Hasta ese momento los servicios de atención de Guatemala habían atendido a unas 580 personas, niños, mujeres, hombres y ancianos que cruzaron la frontera desde México al país vecino en busca de refugio.
En un documento de las autoridades guatemaltecas al que tuvo acceso la agencia de noticias AP, los desplazados indicaban que abandonaron sus hogares ante la escasez de alimentos y la violencia entre grupos del crimen organizado. De igual forma, comentan que el Cártel de Sinaloa y Cártel Jalisco Nueva Generación, llevan más de un año luchando por el control de las rutas de tráfico de migrantes, drogas y armas.
En este contexto, el pasado viernes 2 de agosto, el desaparecido, incompetente pero aun gobernador de Chiapas; Rutilio Escandón, hizo su aparición para salir en la foto de la inauguración del puente “La Concordia” en el municipio del mismo nombre, donde acompañó al presidente López Obrador y a la virtual presidenta electa; Claudia Sheinbaum. El puente tiene una longitud de 703 metros y conecta Tuxtla Gutiérrez y la frontera de Guatemala, y se presume que beneficiará a 300 mil habitantes de al menos 10 municipios, aunque la población teme que los beneficios mayores sean para los cárteles que operan en la zona.
La situación en Chiapas es preocupante, desde hace décadas se tiene una deuda social con este Estado que ha vivido sumido en la pobreza y que, a pesar de ser un Estado con diferentes zonas turísticas, no ha logrado que la derrama económica generada se traduzca en mejores condiciones de vida para su población.
Chiapas ha sido gobernado por el PRI, PRD, Partido Verde y actualmente Morena, el color de partido ha servido exactamente para lo mismo (para nada) y en vísperas de la entrada de un nuevo gobernador y la nueva presidenta de México, no queda más que exigir que actúen de manera pronta ante lo que se vive. Como sociedad se requiere ser más proactivos, no esperar a vivir o padecer una situación así, aunque la mala noticia es que cada vez más Estados atraviesan escenarios de este tipo. Que no se haga caso omiso a esta lacerante realidad, hablemos de Chiapas.