EL VALLE DEPORTIVO

-Para exigir respeto no hay necesidad de irrespetar a otros-

Cuando sobran las explicaciones sobresalen todas las excusas habidas y por haber, justificaciones sin ton ni son y argumentos que en lugar de apaciguar, más bien añaden leña al fuego creando una hoguera difícil, muy difícil de contener y lo que en un principio parecía algo lindo y real, al consumirse las llamas queda todo en cenizas. El viento se lleva absolutamente todo y el olor a olvido es penetrante, irónico, desde luego quemante y en casi todas las ocasiones fulminantes. A todo esto, para contar historias hay que vivirlas, gozarlas, sufrirlas, devorarlas, escupirlas y más atesorarlas como parte de un trayecto de vida, ese que enseña a bola de aprendizajes que llamamos errores y miedos, en donde basta un momento sigiloso para detener el rumbo, pararte firmemente, con determinación y valor, separándote de la ansiedad, conatos depresivos, preguntas sin respuestas, aplacando el cerebro, abrazando al corazón a sabiendas de que un movimiento puede colocarnos en el aquí y ahora o en el allá y en el ayer. Y para que tengan mayor validez las líneas anteriores, les referiré lo que aconteció en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos París 2024, misma que ha sido calificada como todo lo que se les ocurra, en donde quizás tengan un razonamiento acorde a las creencias de cada quien y sus circunstancias, por lo que, insisto, para señalar y cuestionar, hay que ser parte de la historia o, al menos, en su defecto ser un estudioso a tope para tener las versiones necesarias de lo que produce un acto tan importante como el suceso que menciono. Ojo, no estoy ni atacando ni aplaudiendo, sencillamente voy contra los actos que atenten contra la humanidad bajo cualquier expresión a pesar de que quieran disfrazarla y hacer creer que la vida misma es un acto bacanal con la interposición de la diversidad, porque una cosa ha sido, es y será la extraordinaria oportunidad del factor inclusivo y otro muy distinto, que se desvirtúe la clara idea del Comité Organizador de estos Juegos y del Comité Olímpico Internacional, de crear y consolidar una sinergia muy especial: revalorizar la cultura deportiva entre todas las naciones reunidas en el máximo evento de corte amateur, donde NO se interpone la raza, credo, creencias, etc., pero un pequeño detalle provocó que la representación de la última cena en estos JJOO tenga el gran impacto social y de culto, porque creo a pesar de que no es necesario recordarlo, la justa veraniega tiene como objetivo unir a la humanidad y no dividirla.

He cubierto varios eventos deportivos a nivel mundial, lo que más me han gustado y atraído son los Olímpicos por lo que representan en el mundo entero y he visto ya algunas ceremonias de inauguración y de cierre, casi todas han sido fantásticas, pero ésta ocasión –a la muy distancia- vimos como un grupo de drag queens representó una obra titulada Fiesta, un performance que ilustró a varias personas reunidas alrededor de una mesa, acto que interpretaron como una representación del cuadro de la última cena, aunque no quieran aceptarlo y ya hayan dado una versión alterna para tal efecto. Por cierto, según quienes tomaron parte del escenario, la puesta tenía como objetivo destacar la inclusión y la diversidad, valores que los organizadores de París 2024 desean promover como reflejo de una sociedad moderna. Sin embargo, dicha situación no gustó ni gusta en nada a algunos creyentes, especialmente los católicos, porque la “actuación” fue vista como una falta de respeto. A ti ¿qué te pareció?

En el apartado de lo que son los propios Juegos Olímpicos de París, que han tenido largos años de preparación, honrando la brillante historia de Francia en el deporte para que con más de 800 eventos durante 16 días de competencia, con la participación de más de 10 mil atletas, acompañados de directivos, entrenadores, doctores y nutriólogos, se intensifique el fortalecimiento de hermandad y fraternidad que se crea en cada reunión deportiva olímpica, donde se vive en el éxtasis inolvidable, porque una vez olímpico-siempre olímpico.

Ahora, veamos el lado de México y los atletas. Sabemos muy bien que arrastramos en materia deportiva, falta de credibilidad de los directivos encargados, se cuenta con federaciones rotas, divididas y en el olvido, directivas ineficientes y corruptas, que obviamente tienen otras prioridades, todos ellos habiendo contribuido directamente en el socavón de desorientación, división y enfrentamientos de y con los deportistas, situación que está pegando muy fuerte en el comienzo de las actividades parisinas y que, sin ser pesimista, tendrá que pasar un milagro para que se alcancen 5-6 metales, la realidad es que, debemos estar atentos, esperar y aspirar a mejores y eficientes organizaciones, dirigentes y directivo que apliquen y generen  mejores resultados y no a retrasos, olvidos, deudas y encharcamiento en el fango, de un sistema deportivo que requiere transfusión de sangre urgente, así como de trasplante de cerebro y corazón.

En fin, la gran fiesta olímpica continúa con ejemplares participaciones de los mejores atletas del mundo y extendemos una amplia felicitación a cada uno de nuestros olímpicos mexicanos y hagamos votos porque lleguen las tan anheladas medallas y sea la punta de lanza para el recambio que tanta falta hace. Al cierre de edición, solamente el metal de bronce para el equipo femenil de tiro con arco, coloca a México en el medallero…

Pásenla bien!!!