Ley y Realidad
¿Qué es la suspensión en los Juicios de Amparo?
La suspensión en el juicio de amparo, consiste en mantener todas las cosas tal como se encuentran, hasta que se resuelva el fondo del amparo y, debe otorgarse, siempre que no se siga perjuicio al interés social ni se contravengan disposiciones de orden público.
Ahora bien, el juicio de amparo en México es un medio de control constitucional que evita que las autoridades, por sus acciones u omisiones violen derechos constitucionales o humanos en perjuicio de los ciudadanos, es decir, es la única forma que tiene un ciudadano de obtener la protección de la justicia federal contra dichos actos u omisiones.
En las últimas décadas, se ha dicho que muchos ciudadanos “abusan” del amparo, pero… por un momento querido lector, piense que usted es el protagonista del siguiente ejemplo.
Usted es un comerciante que tiene un negocio abierto al público y dicho negocio es la única fuente de ingresos que usted tiene para mantenerse y mantener a su familia y, el representante de la autoridad local tiene un amigo o familiar que hace lo mismo que usted, entonces con la única finalidad de proteger a su pariente, el gobernante decide que usted tiene que cerrar su negocio y dejar de vender porque en interpretación de esa autoridad, usted viola algún artículo de la ley administrativa que no tiene como consecuencia el cierre de su negocio pero él decide que sí.
Para defenderse, usted debe presentar un amparo ante el poder judicial y, solicita que los actos de autoridad se suspendan, situación que resulta procedente y, mientras se resuelve el juicio, usted no se ve obligado a cerrar su negocio, ahora pensemos que al final usted gana el amparo, pero la autoridad decide que usted viola otro artículo y en su interpretación, debe cerrar y sucede lo mismo, luego la misma autoridad lo vuelve a hacer y usted promueve un amparo y lo gana y pasa lo mismo tres o cuatro veces, y luego ese gobernante haciendo uso del área de comunicación social gubernamental, dice que usted abusa del amparo, porque ha presentado 3 o 4 amparos en contra de la autoridad…. Y que sus abogados son unos malvados que usar argumentos para convencer a los juzgadores.
Todas las veces que usted promovió el amparo, los jueces que resolvieron los juicios del poder judicial ordenaron la suspensión del acto, es decir que no se cerrara su local mientras el proceso sucedía y luego determinaron que el actuar de la autoridad era indebido, por violar sus derechos constitucionales o humanos, es decir, usted siempre tuvo la razón.
No obstante lo anterior, en sus entrevistas, redes sociales y actos públicos, el representante de la autoridad, manifiesta que él ha intentado cerrar un lugar que en su interpretación viola la ley (recordemos que el intérprete de la ley es el poder judicial y el poder ejecutivo es su aplicador), pero que usted usando el amparo y abusando de dicho medio de defensa no ha cerrado, ello en supuesto perjuicio de la sociedad (pero en esta historia usted sabe que no viola la ley y que el gobernante es un malvado).
Permítame asumir que usted no viola la ley y que eso es verdad, sin embargo, la gente creerá que usted es un abusador del derecho, pero en realidad el poder judicial que es el verdadero interprete de la ley, le dio la razón muchas veces, porque usted la tenía.
Ahora, usted es un comerciante que no realiza actos públicos… y la sociedad no conoce su versión, pero está sesgada en creer que si no fuera por la suspensión y por el amparo usted ya hubiera cerrado su negocio y eso hubiera sido “lo correcto” ¿es usted un abusivo o solo se defendió de un abusador?
Ahora piense que, si no existiera la suspensión en el amparo, usted hubiera tenido que cerrar 4 ó 6 años, durante todo el tiempo que duraran los juicios, (que tardan en promedio una año y medio) entonces, usted no habría podido pagar honorarios, mantener a su familia o comer, pues durante ese tiempo su negocio hubiera estado cerrado.
Ahí radica la importancia de la suspensión, evitar que una autoridad con buena o mala intención viole en perjuicio de un ciudadano, sus derechos humanos, pues de no existir la suspensión, aun cuando el ciudadano gane el amparo, ya destruido, sin recursos, sin libertad, ¿para qué serviría una sentencia favorable?
Sin duda muchas autoridades son confiables, pero debemos reconocer que todas las instituciones públicas al ser dirigidas por seres humanos, son susceptibles de errores, y no podemos permitir que un error viole un solo derecho humano y que, no haya nadie para defender a ese ciudadano.
No dejo de observar que también existe quien, si viola la ley y acude al amparo para escapar, y por eso el poder judicial debe ser muy calificado para conocer la verdad y aplicar la justicia en todo su imperio.
Recordemos que el jurista Inglés y creador de las bases legales del Derecho Americano; William Blackstone creó el principio que establece “Es preferible que cien personas culpables puedan escapar, a que una solo inocente sufra” principio que popularizara Benjamín Franklin en 1785. Es decir, no permitamos que porque algunos se salen con la suya entonces los inocentes deben ser disminuidos en sus derechos. Recordemos que siempre son más los inocentes.
Es decir, la presunción de inocencia, que si bien, atiende normalmente a la materia penal, fortalece al Estado de Derecho, mantengamos siempre las cosas como estaban hasta que la justicia sea dictada y evitemos violaciones irreparables, nuestro Estado de Derecho ha sido golpeado muchas veces, pugnemos porque la procedencia de la suspensión de actos u omisiones de autoridad se mantenga vigente. La única forma de igualar fuerzas entre el Estado y el Ciudadano es a través de instituciones legales sólidas, eficientes y eficaces, recordemos que los que estuvieron arriba ayer hoy están abajo, los abusadores de ayer son las víctimas de hoy, NADIE, sin importar lo que haya hecho puede perder su derecho a la justicia en imparcialidad e igualdad de circunstancias. Nadie pierde si fortalecemos esa verdad.
Esperemos que la suspensión en el amparo y el amparo sigan siendo herramientas que sostengan a nuestra tan querida nación y a su Estado de Derecho.