Juan Hernández de la Cruz fue reconocido por su trayectoria deportiva

Toluca, Méx.- Por ser un destacado deportista, Juan Hernández de la Cruz, oriundo de la Ciudad de Toluca, recibió un especial reconocimiento en el Palacio Municipal del Ayuntamiento de Toluca, donde acudió acompañado de familiares y amigos.

Juan Constantito Hernández la Cruz recibió el reconocimiento por sus múltiples y destacadas participaciones en competencias estatales, nacionales e internacionales, entre ellas en Italia, Japón, Estados Unidos y Corea del Norte.

De tal forma, el originario de San Pablo Autopan, recibió este reconocimiento de parte de la Asociación de Promotores Deportivos, Culturales y de la Salud A.C, mismo que entregaron Raúl Salaya Palma, director del Instituto Municipal de Cultura Física y Deporte de Toluca; Mireya Núñez, directora de la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma del Estado de México y Alfonso Alcántara, representante de la gubernatura indígena nacional.

El deportista recibió esta distinción por notable trayectoria como corredor, pues inclusive, cuando tenía 40 años de edad, en 1998, participó en el Sky Maratón en Italia, Ultramaratón Holanda 2007, Maratón de Japón 2006, Maratón Corea del Norte 2010, este último fue el cierre de su actividad internacional.

Sobre el acto, el deportista se dijo feliz y agradecido con las autoridades, en especial con la Asociación de Promotores Deportivos, Culturales y de la Salud A.C, por reconocer su esfuerzo y logros como deportista.

“Me encuentro muy emocionado, como a cualquier ser humano me embarga una emoción, algunos compañeros me decían que, porque no fue en su momento, les dije que uno no puede bautizarse solo, se necesita un padrino y a luz pública para que sea una fiesta, así que me siento muy contento que sea en este momento, gracias por creer en uno”, señaló tras recibir su reconocimiento.

Hernández de la Cruz nació el 1958 en la comunidad de San Pablo Autopan, desde los ocho años ya practicaba el ciclismo, sin embargo, no hubo muchos avances debido a que sus padres eran de escasos recursos, por eso fue en el atletismo donde se dieron las mejores expectativas.

En 1968, cuando fueron los Juegos Olímpicos en México, la escuela primaria donde estudiaba fue seleccionada para que los niños fueran al estadio Alberto “Chivo” Córdova, donde hubo competencias de clausura en atletismo y es ahí donde se enamoró del deporte.