EL VALLE DEPORTIVO
- Pedro Eric Fuentes López
- 4 julio, 2023
- Columnas
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“No hay nada noble en ser superior a tu prójimo; la verdadera nobleza es ser superior a tu yo interior” Anónimo.
Y bueno, así como en la vida misma se teje una gran maraña con los temidos y temibles egos, en el mágico universo deportivo no es la excepción a la regla y por tanto, a menudo, vemos, sabemos, leemos, y tenemos ejemplos claros de unión y desunión entre los protagonistas, con el único afán de mostrar -dicen- sus dotes de histriónicos en lugar de ejemplares deportistas, porque en una gran parte, muchos se preocupan y ocupan por tenderle la camita a determinadas personas, no importándoles los cómo ni los porqués; lo peor del caso, según estudios de psicología aplicada en el deporte, esto refiere a que tanto deportistas como atletas, entrenadores y hasta directivos, o bien se abstienen deliberadamente de hacer los deberes para perjudicarse entre ellos a otra persona y/o compañero. O sea, dicho de otro modo, dejan de “cumplir” o van en su plan estrellitis con ingenios de haberlos parido Afrodita, y encima de todo hasta cínicos y cobardes, cuando lo que tendrían que mostrar en cualquier escenario deportivo es la total entrega deportiva que se espera de un ser humano con un mínimo de orgullo personal-profesional, porque para muestra un botón y una alternancia por demás merecedora de todos los reflectores.
Primero esta, lo de los futbolistas señoritos protagónicos y vanidosos, que no hacen más que ensuciar un entorno y confabular de tal manera que -lo más lamentable- se salen con la suya, y entonces las cosas se ponen difíciles para uno y facilitas para el resto. ¿Cuántas veces se han quedado en el tintero y/o en las crónicas deportivas las menciones de hacerles ver su egoísmo? ¡Muchas! y de pronto casi nadie se atreve a mencionarlas o se van por la facilita de ser porristas aplaudidores “profesionales”. Pero resulta que hasta por naturaleza propia son -algunos jugadores y directivos- maliciosos, escurridizos, y les encanta el chiste y el chisme, que dicho sea de paso, aparte de que les sale de maravilla, les es bastante sabroso, porque generan justificaciones y caprichos a su antojo y tienen para todo y para todos, carajo! situación entonces que debemos abolir y desterrar el mísero esqueísmo -que es la justificación idónea de los mediocres, porque dejan de hacer las cosas, ponen mil pretextos y se lo pasan justificándose, lo que genera un daño colateral perjudicado a unos, a otros y a todos, por ello, considero que una vez habiendo confrontado de manera educada y sin rudeza alguna -no hay necesidad, ni necedad- los más insatisfechos y resentidos, son y serán los que den media vuelta, saquen la lengua, mienten la madre, lancen dardos venenosos de sus bocas, pero al final de la historia, son y serán quienes pasen a la órbita del olvido por sus osadas ideas y al filo del inicio de la lista de los más incómodos deportistas y medianitos.
Esto me llevó a la inevitable, odiosa y peculiar comparación entre dos momentos deportivos de este fin de semana. Por un lado, analizar ¿cómo manejar la circunstancia de que varios futbolistas seleccionados se sienten merecedores de todas las oportunidades habidas y por haber? ¿De qué forma se pueden contener los egos para contar con un equipo armonizado y solidario? las respuestas están claras en ejercer un liderazgo sano, competitivo y también de convencer a un grupo que no necesariamente está dispuesto a concederle autoridad a un recién llegado, ah, y dejar de lado toda ambición económica por encima del futbol. Ya lo decía Messi: prefiero ser una mejor persona, que el mejor futbolista del mundo. Uffffffff, y ¿entonces??
Y el segundo punto, la otra cara de la moneda. La selección mexicana de béisbol que participó en los XXIV JJCCyC San Salvador 2023, sin mucha atención, ni fiestas, ni cobertura, ni seguimiento hasta de los peloteros para ir al baño, ni reportajes especiales, etc., pone el dedo en la llaga y dan un golpe de autoridad deportiva de alto calibre y mejor firmeza y categoría, conquistando la primera presea dorada en la historia de los Centroamericanos y del Caribe, gracias a que consiguió ganar 5 de los 6 partidos que disputó, por lo que, la novena y el roster total dirigido por Enrique Che Reyes, demostraron entrega, pasión, corazón, pero por sobre todas las cosas: humildad y una tonelada de producto de gallina, desplazando cualquier indicio de superioridad, afrontando los retos con respeto, evitando caer en desesperación y evolucionando paso a paso, no sintiéndose los papás de los pollitos, ni siendo sobrados y alzados. Las pequeñas-grandes diferencias no están únicamente en las distintas canchas y/o disciplinas, sino en la mente de cada quien, por eso he insistido tanto -y lo seguiré haciendo- que la mente también se entrena como al cuerpo humano.
Si nos vamos por popularidad, por supuesto que el fucho va de gane y por mucho, empero, es momento ya, que sigamos volteando y atendiendo a las disciplinas que si rinden mejor y dan resultados y apoyar para la recuperación y reposicionamiento del deporte mexicano, las muestras ahí están, cada quién tendrá su opinión, pero estos botones, se “pegan” -diría mi abuela- con distintos hilos.
Pásenla bien!!!