SIN TON NI SON

Por: Francisco Javier Escamilla Hernández

 

El segundo problema con el agua: exceso.

 

El célebre filósofo, Berkeley (al cual se debe el nombre de la famosa universidad) dijo dentro de sus reflexiones “si un árbol cae en la selva donde no habita nadie ¿hace ruido? Es una pregunta para filosofar y cada quién puede dar una respuesta, según nuestra propia percepción de la realidad. Bueno, lo mismo pasa con el agua, ya que si viene una gran inundación donde el agua se sale del cauce del río pueden suceder varias cosas:

 a) que no exista ningún habitante en la zona de inundación y, entonces, no pasa nada, nadie sale afectado;

 b) que la zona esté habitada pero que se haya dejado espacio suficiente sin construcciones ni asentamiento humano alguno, en la zona que es conocida como “llanura de inundación”, en este segundo caso tampoco pasa nada, en virtud de que los asentamientos humanos se planearon de tal manera que aunque llegue una gran avenida de agua se previó dejarle un espacio para ser ocupada por el exceso de agua que no cupo en el cauce del río, y poco a poco regresará a su cauce en algunas horas o en unos días;

 c) el verdadero problema se presenta cuando el exceso de agua se presenta en una superficie habitada por seres humanos o en las áreas aprovechadas económicamente por estos últimos. Cuando se siembran terrenos aledaños a una corriente, es muy frecuente que con lluvias torrenciales el río se desborde y llegue a inundar el terreno de cultivo: en este caso no daña directamente a las personas, pero si puede provocar la pérdida de la cosecha y, por lo tanto, un daño a la economía de quien había cultivado esa tierra.

Cuando tenemos la presencia de un huracán, además de los fuertes vientos que pueden ocasionar daños directos a las personas y bienes materiales de éstas, el volumen de agua que se precipita suele ser tan extraordinario que a veces llueve en un día lo que suele llover en varios meses, en la misma región. Este exceso de agua provoca escurrimientos que salen del cauce, fluye por las calles arrastrando todo lo que encuentra a su paso y no respeta postes de energía eléctrica, construcciones, los mismos caminos se deterioran y, desgraciadamente, con mucha frecuencia cobra muchas vidas humanas.

En nuestros valles de Toluca y México el problema de exceso es muy frecuente debido a dos factores, principalmente, 1) el exceso de población atraída por la oferta de trabajo y de benefactores. Desgraciadamente la toda la gente que llega en busca de nuevas oportunidades no encuentra donde asentarse, porque ya está ocupado; 2) estos pobladores hacen sus casas pegada al cauce de ríos o en barrancas (este es un paisaje al que ya nos hemos acostumbrado) y es precisamente en estos sitios donde más problemas ocasiona el exceso de agua, ya sea por desbordamiento del río o por deslaves debido al arrastre de tierra que provoca el agua.

Por otro lado, la falta de cultura cívica de la ciudadanía, muchas veces provoca con sus actitudes que la infraestructura no funcione adecuadamente: me refiero a no respetar los ríos, los drenajes, las coladeras, no barrer la calle enfrente de tu casa y muchas otras que todos conocemos.

Comentarios: [email protected]