PRIMERA PARROQUIA Y PRIMERA CATEDRAL
Arquidiócesis de Toluca
Pastoral del Turismo: “Sendas de Turismo Religioso”
Sacerdote Daniel Valdez García
Tras la desamortización del antiguo convento de la Asunción, vino la demolición del templo de san Francisco que fue el principal de la ciudad de Toluca, por lo cual el templo dedicado a san Elzeario de la Tercera Orden que se encontraba dentro del convento siendo una sencilla ermita; tras varios intento de mejora será el 2 de agosto de 1714 se colocó la primera piedra de un nuevo templo, acto que presidió Fray José Cillero presidió dicho acto, y concluida la sacristía cinco años después el 2 de septiembre, fue bendecida el 8 de noviembre de 1727. El 8 de noviembre de 1927 se hizo la dedicación del templo.
El 4 de junio de 1950 con la Bula Pontificia “Si tam amplo” el Papa Pío XII crea la diócesis de Toluca y fue puesta bajo el patrocinio de San José, así que la parroquia de san José fue elevada a rango de Catedral, y al trasladarse la sede catedralicia al lugar que ocupa actualmente, el templo de san José se convirtió en su Sagrario. La facha principal está dentro de la actual catedral y es de estilo barroco popular.
Esta primera parroquia de San José el sagrario ha recibido varías intervenciones sin cuidar el estilo y por eso vemos en su interior desde pintura de la bóveda estilo victoriano hibrido, nichos de las imágenes en un estilo plateresco hasta un n retablo principal de estilo neoclásico. También hay lambrin de madera en los muros laterales. Devolverle dignidad, decoro y belleza respetando un estilo no es obra fácil pero sin un importante reto de la arquitectura y la preservación del arte sacro del inmueble.
El altar o mesa del sacrificio, el ambón y otros aditamentos sufrieron los cambios de una precipitada actualización conforme a la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II.
A principios del siglo XIX se le conocía a Toluca como “La Pequeña Francia” y se le empezó a llamar “Toluca la bella”, la “tacita de plata con olor a sacristía”.
Estar en este tempo y su sacristía recuerda el poema “Canto a Toluca” de Enrique Carniado:
Toluca, taza de plata
con olor a sacristía,
puede ser alcancía
que guarde Virgen pecata
o incensario que desata
la sutil encajería
bajo la bóveda pía
dónde el aire se recata
o una lámpara votiva
que en luz su esencia consume
y es esperanza cautiva
que amor y dolor resume.