Día de las mulitas, la tradición que persiste con el paso del tiempo
- Laura Velásquez Ramírez
- 17 junio, 2022
- Estado de México
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Toluca, Méx.- Con una fusión de herencias novohispanas y prehispánicas, se celebró en Toluca, la fiesta de Corpus Christi, también conocida como el Día de las mulitas, tradición que se aferra de no desaparecer.
Artesanas afirmaron que debido a las repercusiones económicas derivadas de la contingencia sanitaria por el COVID-19, menos creyentes católicos acudieron a la Catedral de Toluca a la misa religiosa, lo que ha afectado considerablemente sus ventas.
Pese a las complicaciones, intentan mantener con vida esta tradición para heredar a las nuevas generaciones, como Eleonora quien acudía desde que era niña con sus abuelos.
Ahora, años después, trata de compartir esa tradición con sus nietos, a quienes les trató de explicar la importancia de esta tradición católica.
“Esta ya es una tradición de años, desde nuestros abuelos, yo venía cada año con ellos, todos los años venía yo, y ahorita que ya se puede salir de nuevo, quiero que mis nietos aprendan la relevancia de esta tradición”, mencionó.
La iglesia católica celebra el Jueves de Corpus Christi 60 días después del Domingo de Resurrección para conmemorar la institución de la Sagrada Eucaristía. Este festejo surgió con el milagro que sucedió en Bolsena, Italia, en 1263. Ya que, acorde a diferentes relatos, un sacerdote que oficiaba la misa vio brotar sangre al partir la hostia.
La tradición fue traída a México por los españoles en 1526, ese día salían las procesiones en la que participaban campesinos, que iban con sus mulas y sus cosechas para ofrecerlas a Dios como señal de agradecimiento.
De esta manera, nació la tradición de elaborar mulitas con hojas de plátano o barro cargando pequeños guacales con fruta y las personas las regalan a sus seres queridos.
Estas mulitas representan que los católicos reconocen la presencia de Dios en la Eucaristía. Por otro lado, en este día también se acostumbra vestir a los niños con ropa de manta en alusión a quienes dedican su vida a arar tierras y se presentan en la iglesia en Jueves de Corpus para dar gracias como lo hacían sus antepasados.