AGUA PARA MONTERREY CON LA PRESA LIBERTAD Y CÓLERA EN EL ESTADO DE MÉXICO

“Después del niño ahogado, tapan en pozo”. Bueno en este caso el pozo no tenía agua, así como las presas que abastecen a Monterrey. Lo anterior es en referencia a la reactivación en la asignación de recursos a través del Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN), para retomar la construcción de la presa Libertad cuyas obras se iniciaron en septiembre del 2020, en la administración de Jaime Rodríguez Calderón.
“El Bronco” consideraba que la presa, ubicada entre los municipios de Montemorelos y Lineares, sería el proyecto insignia de su gestión y aseguraba que beneficiaría a 24 municipios, con 1.5 metros cúbicos por segundo, pensando de manera ilusoria que sustituiría al Proyecto Monterrey VI, pues a la fecha de terminación de la presa, la demanda será de 17.7 y con la nueva presa solo se tendrán 15.7 metros cúbicos por segundo, mientras que Monterrey VI garantizaría agua para 6 millones de personas durante 50 años y se estima que ya estaría en operación.
Sin embargo, la obra fue suspendida por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), a tan solo dos meses de su inicio, el 23 de noviembre de 2020. Los sellos decían que la suspensión se realizó “por contravenir la legislación ambiental” y las declaraciones oficiales ambiguamente indicaban que se debió a una diferencia de criterios entre la PROFEPA y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, que autorizó el proyecto.
Para construir la presa Libertad el gobierno federal entregará 2,183 millones de pesos, de los que este viernes 13 de mayo, depositará el 26%, anunció el gobernador Samuel García Sepúlveda. A pesar de lo anterior, es seguro que entre en operación y dé beneficios hasta el 2024.
El embalse lleva un avance del 34 por ciento. Es necesario comentar que la construcción de este proyecto se consideró por la Secretaria de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH), desde 1980 para funcionar de manera conjunta con la presa Cerro Prieto. Su capacidad será de 221 millones de metros cúbicos, la cortina tendrá 350 metros de ancho, una superficie de 2 mil 500 hectáreas y una cortina de mil 950 metros de largo y 47 metros de altura.

PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE
La enfermedad del cólera siempre había sido identificada como característica del subdesarrollo ante las condiciones insalubres de los países donde se presenta. Es por ello que se trataron de ocultar los primeros brotes que se presentaron en Oaxaca y Guerrero a inicios de 1991, al parecer provocados por migrantes centroamericanos. Sin embargo, la bomba estalló cuando se detectó un brote en San Miguel Totolmaloya en Sultepec, Estado de México, a donde se dio cita “la plana mayor” de la Comisión Nacional del Agua para prevenir y combatir a un padecimiento ante el cual no se tenía la experiencia necesaria. En ese año, surgió el programa “Agua Limpia” y se empezaron a inspeccionar y cancelar cultivos regados con aguas residuales y que se comían crudos o estaban en contacto con el agua contaminada. Los conflictos con los agricultores no se hicieron esperar y los tengo muy vívidos en mi memoria como los suscitados en Jajalpa, Tenango del Valle.
El cólera en México ha estado presente desde la epidemia de los años 90, y en los últimos años se han registrado casos aislados, como los ocurridos en los 2010, 2011 y 2012 en el estado de Sinaloa, siendo el mismo tipo de bacteria que ha circulado desde la década de los noventa la que continua presente. En 2013, se originaron brotes y casos en el Distrito Federal, Hidalgo, Veracruz, San Luis Potosí y el Estado de México.
El cólera se ha vuelto endémico en nuestro país. Posterior a la aparición del primer brote autóctono presentado en el municipio de Huejutla, Hidalgo México en 2013, el cólera se encuentra en relativo control epidemiológico en México, donde a pesar de esta experiencia los estilos de vida denotan potencialmente el riesgo e impacto negativo en la salud de la población humana. En 2013, se tuvieron defunciones por la enfermedad en San Cristóbal Huichochitlán en Toluca, la capital del Estado de México, tocándonos vivir momentos de gran tensión al interior del Organismo Agua y Saneamiento de Toluca. Para el 2015, ya laborando en OPDAPAS Metepec, participamos en el cerco sanitario ante un nuevo brote en San Mateo Atenco y San Gaspar Tlahulilpan.
Hace unos días se dio la noticia sobre dos personas cuyo contagio por cólera está por confirmar en Tlalnepantla, así como uno confirmado en Tenango del Valle, situación preocupante pues ya se configura una epidemia de la enfermedad. Recuerden #SalvemosOjuelos.
Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Instagram @mejiapedrero Twitter @cuencalerma o por Facebook.