GRILLANDO
- José Elías Nader Mata
- 2 mayo, 2022
- Columnas
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Este fin de semana estaba tranquilo echándome una chelita en casa cuando recibí la llamada de una amiga que desesperada me pedía apoyo pues le habían robado su auto, una de esas sorpresas que nadie quiere recibir pero que tristemente son cosa de todos los días.
De igual forma, el sábado en la mañana cuando me dirigía a jugar futbol con mi vecino JAIR me contó que en pleno centro de la ciudad de Toluca a plena luz del día dos sujetos en moto se le acercaron y con pistola en mano le quitaron su celular, algo ya tan común que pareciera hasta está tolerado por “alguien”.
Y es que, ante la crisis económica sumada a la inoperancia y corrupción de las autoridades, es evidente que el índice delictivo va a la alza, lo anterior sin importar lo que diga el discurso oficial que sabemos solo busca tapar el sol con un dedo pues no se ajusta a la realidad.
Lo cierto, es que nuestro México pareciera que cada día es más violento e inseguro, de la mano del crimen organizado y de tanto delincuente que hace de las suyas pues no hay quien ponga orden, algo en lo que ha fallado el gobierno federal, los estatales y no se diga los municipales, donde en su gran mayoría las policías operan a favor de los criminales y no de la ciudadanía que prácticamente se encuentra en un estado de indefensión.
La seguridad no es a contentillo de las autoridades, es una obligación constitucional y de la que depende el Estado de Derecho y la gobernabilidad, algo que pareciera no importarles a quienes ejercen el poder pues han permitido que el caos, el miedo y las tragedias aumenten ya que no han puesto orden, tristemente no hay voluntad por parte de nuestros gobiernos a los que parece les conviene tener al país así.
Algo tiene que pasar para que recuperemos la seguridad, las autoridades y los gobiernos no pueden seguir siendo tan displicentes pues finalmente el cáncer de la inseguridad nos afecta a todos sin importar el estatus social, de ahí que urgen acciones que nos permitan vivir en paz, con orden y principalmente con seguridad.
LA GRÁFICA DE HOY
Es del partido que jugó el Toluca en tierras guanajuatenses ante el León que terminó empatado a 4 goles, una noche triste en la que se tendrá que pagar una multa con sabor a descenso y que finalmente refleja una crisis de muchos años ocasionada por directivos y miembros del Consejo que abusando de la confianza del dueño VALENTÍN DIEZ han hecho y desecho con manejos oscuros que se reflejan en lo deportivo para darnos uno de los episodios más tristes en la historia del feudo escarlata.
Lo más preocupante es que los negocios oscuros y malos manejos no dejan de salir a la luz pública pues no solo se trata de traer a jugadores malísimos a un costo y reportarlos a otro, sino de “autocontratar” empresas para prestar servicios, es decir, un negocio redondo para ese cáncer que viste de pantalón largo y que mientras reporte ganancias millonarias no ocasionará que exista un gramo de vergüenza.
Lo peor, es que ahora resulta que la limpia viene con algunos jugadores y empleados del Toluca cuando realmente quienes se tienen que ir son las cabezas y los miembros del consejo que debe ser disuelto de inmediato pues lejos de valorar la confianza que les dio la familia DIEZ ahora se sueñan como futuros dueños del equipo, algo que ha ocasionado que en las oficinas del Toluca se viva una guerra sin cuartel en todos los frentes generando un ambiente negativo para los que trabajan ahí, incluyendo jugadores o jugadoras.
Ahora se pagará una multa con sabor a descenso, la mayor vergüenza deportiva en la historia del Toluca desde que está en primera división, algo que era de esperarse con los manejos de gente poco preparada, deshonesta y codiciosa, de ahí que el dueño VALENTÍN DIEZ tenga que realizar una cirugía mayor o de lo contrario el Toluca seguirá mal, tanto que una vez restituido el descenso se corra el riesgo de que en un futuro no muy lejano el Toluca esté en riesgo y pierda la categoría, algo que dudo que le duela a los transas que hoy tienen en el piso al equipo pero sí a miles de aficionados escarlatas que al final somos los que más sufrimos de ver que el orgullo deportivo del EdoMéx y de Toluca está peor que nunca.
Y VA DE CUENTO
En el momento más animado de una fiesta llega un asaltante de nombre DANIEL DOMÍNGUEZ y les dice: Arriba las manos hijos de la chingada, esto es un asalto, de un lado todos los putos y del otro las mujeres.
Cuando los hombres se van de un lado y las mujeres del otro, un invitado que ya estaba medio borracho de tomar tanto Bacardí de nombre FERNANDO ROBLES se queda en medio por lo que el asaltante le dice: ¿Y tú qué chingados?
A lo que FERNANDO responde: Yo nada, aquí sorprendido con las amistades que uno se carga…
HASTA mañana con más GRILLANDO. Comentarios en Twitter en @pepenader y en [email protected]