Culpable aunque demuestres lo contrario

7 años de cárcel y 100 latigazos es la pena que puede ser impuesta a Paola Schietekat Sedas, mujer mexicana que fue agredida físicamente en Qatar, lugar que albergará la máxima fiesta del fútbol mundial en noviembre de este año, y quien tras hacer la denuncia bajo una serie de irregularidades se le terminó culpando, pues el agresor se defendió de la denuncia diciendo que era su novia y en Qatar, tener una relación extramarital se paga con hasta siete años de cárcel, y en algunos casos la sentencia incluye cien latigazos. Así es, terminaron por creerle al agresor y no a ella ¿Les suena? O pueden fingir asombro pensando que eso, solo sucede en Qatar.
Paola es tan solo un ejemplo de que la violencia que se ejerce hacia las mujeres rebasa fronteras, ya que la misma negligencia que se tuvo en Qatar, se pudo cometer en México, donde los casos necesitan ser lo suficientemente escandalosos en el sentido del “morbo” que llegue a despertar, de otra manera, difícilmente será tomado en cuenta por las autoridades, ya que tal como lo refiere Paola en una entrevista realizada por el periodista Rubén Luengas, lo que volvió viral el caso es el tema de los latigazos, cosa similar ha sucedido en el país, esperar que una agresión escale, algo así como arrojarte ácido en el cuerpo o encontrar sin vida a la mujer que denunció, pero en su momento no parecía lo suficientemente grave para tomarla en cuenta.
La distancia entre Qatar y México parece mucha, pero no muy en el fondo tenemos algo en común. Cabe mencionar que en Qatar, se debe obtener permiso de los tutores masculinos, que pueden ser padres, hermanos, tíos, abuelos y, cuando están casadas, sus esposos, para ejercer muchos de sus derechos básicos, incluido casarse, obtener una beca del gobierno para continuar la educación superior, trabajar en áreas del gobierno y obtener algún tipo de atención de salud reproductiva, esto, tampoco resulta un tema nuevo en nuestro país.
De un momento a otro la denuncia de Paola perdió validez, ya que todo se centró alrededor de la supuesta relación extramarital, por lo que la solución que dio su abogada y el representante legal del agresor “era simple”: casarse con su agresor para cerrar el caso que el Estado de Qatar abrió en su contra. Esta historia también la hemos escuchado en nuestro país, encontrar soluciones “rápidas” o “prácticas” (para la autoridad no para la víctima) para cerrar el caso.
¿Por qué las mujeres tardan un año, dos o cinco en hablar de temas de abuso y agresión? porque después de que se logra quitar la pena, el miedo y la vergüenza de sentir que aquello que te pasó es responsabilidad tuya, después de un largo proceso todo apunta o así lo dicta la experiencia, que es tu culpa aunque demuestres lo contrario.
Paola menciona que estaba en el trabajo de sus sueños, en la Unidad de Ciencias Conductuales del Comité Organizador del Mundial 2022, pero estar en el trabajo de tus sueños no significa que los vallas a cumplir. Paola se dice decepcionada de tener que llegar a esto, convertir su caso en algo mediático para que la cancillería le brindara ayuda, ya que después de que dio a conocer su caso en el portal de internet de Julio Astillero, ahora hasta fotografía existe con el canciller Marcelo Ebrard, pero en su momento, de acuerdo a su testimonio, el cónsul, junto con toda la embajada se deslindó del caso y si algo era notorio, era el desconocimiento de las leyes locales, la falta de un protocolo de protección a víctimas de violencia con perspectiva de género en el Servicio Exterior Mexicano, aunado a que nadie de las y los diplomáticos hablaba ni un poco de árabe, motivo por el cual jamás previeron que el caso podía revertirse, y de ser la víctima se podía pasar a ser la acusada, por lo que en el testimonio narrado señala que, “vivimos en un mundo que parece odiar a las mujeres”.
La afirmación es dura, el tema es cuestionable y debatible, “odio” es una palabra muy fuerte, pero lo que tengo claro, es que no se nos cree. Las agresiones que se viven de manera cotidiana, van más allá de las marcas físicas, se relacionan con el trato que se nos da en el día a día. Aquello que les sucede a las mujeres no será lo suficientemente importante si la mujer en cuestión no es una persona cercana, aclaro, “muy cercana”, tu hermana, tu novia, tu hija o tu mejor amiga, donde las autoridades o desestiman el caso o dejan que tu denuncia se pierda en escritorios llenos de casos como el tuyo donde se hace poco y a veces nada.
Es por eso que quienes violentan a las mujeres están ahí, en los espacios de trabajo; en las fábricas y oficinas, en la escuela, en la calle, están en todos lados. No siempre hay moretones o golpes visibles para denunciar, pero sabemos que aunque los hubiera, no significa que te vayan a creer, porque si algo deja claro el caso de Paola, es que tú serás culpable, aunque demuestres lo contrario.