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- Elva María Maya Marquez
- 10 noviembre, 2021
- Columnas
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El amor en los tiempos de la Cuarta Transformación
Cansados de robos, abusos, excentricidades, del derroche de dinero público, de una falta de transparencia y rendición de cuentas, es así como llega Morena a gobernar en 2018, con el respaldo de más de 30 millones de personas que lo único que buscaban era una verdadera opción de cambio, por lo anterior, la bandera de la cuarta transformación ha sido la austeridad y en este sentido, más allá de lo que haya ocurrido en el pasado que está de sobra decir el nivel de vida que se daban gran número de políticos y servidores públicos, este gobierno prometió algo distinto, y si bien los salarios que tienen los funcionarios más cercanos del presidente y en general aquellos que están en el servicio público les da para tener una vida bastante modesta, lo que se señala y se condena, son los excesos en un país donde la pobreza golpea cada vez más fuerte.
Este es el contexto en el que llegamos a lo que el presidente calificó como “ un asunto escandaloso”, y donde la austeridad parece que no estuvo presente, me refiero a la boda de uno de los funcionarios más mediáticos y a su vez eficientes con los que contaba la 4T, Santiago Nieto, extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda quien se había ganado el respeto y reconocimiento de muchos al atender el llamado del presidente para combatir la corrupción al dar seguimiento a temas de lavado de dinero con muy buenos resultados. Sin embargo, su boda con la Consejera del Instituto Nacional Electoral (INE) Carla Humphrey, fue de las notas que robó la atención este fin de semana ya que bajo el discurso que maneja esta administración, los funcionarios están obligados a tener un comportamiento acorde a la ideología propuesta, pero con una boda realizada en Guatemala, con 300 invitados y donde entre la lista hay gente digna de investigación por parte de Santiago Nieto, como Josefina Vázquez Mota, excandidata presidencial del PAN, aquella a la que Peña Nieto le dio millones de pesos para apoyo a migrantes en Estados Unidos y jamás se pudo comprobar que realmente utilizara este recurso para este grupo de personas.
Era predecible que de darse a conocer la información esto, sería un escándalo, y si le sumamos que una de las invitadas, Paola Félix, morenista a quien también le costó el cargo como secretaria de Turismo de la CDMEX, se le encontraron 35 mil dólares repartidos en siete sobres y hace aquello que el presidente ha reprobado categóricamente, viajar en vuelos privados. Pero siempre se tiene la posibilidad de estar peor, y falta sumar que el dinero encontrado pertenecía al “cliente frecuente” del presidente en las mañaneras, Ealy Ortiz, el dueño del periódico el Universal, medio al que califica como faccioso y golpeador.
También se habla de la presencia de Mauricio Kuri, actual gobernador panista de Querétaro, José Eduardo Calzada Rovirosa, exgobernador del PRI, la priista Carolina Viggiano, esposa de Rubén Moreira, coordinador del grupo parlamentario del PRI, el legislador del Partido Verde, Javier López Casarín, entre otros políticos que en suma es un cóctel de personalidades que no parecen ser nada afines a la cuarta transformación.
Las bodas y eventos sociales de los políticos son lo menos privado que existe porque ellos mismos se encargan de que no lo sean, no había necesidad de exponerse a una situación así. En política solo se comete un error, lo demás son consecuencias. En un acto de total congruencia, Santiago Nieto presentó este lunes su renuncia y hoy sabe (espero) que por más que quisiera darle gusto a su pareja o por más enamorados que estén, tenían que evitar un evento de esa magnitud por la relevancia que tienen dentro de la vida pública, pues el amor le costó el cargo, o el encargo como dice el presidente.
Finalmente, el hecho contrasta con el discurso que el presidente fue a pronunciar este martes a la ONU, donde llama a reflexionar al mundo sobre la desigualdad que se ha agudizado y la enorme concentración de riqueza que se ha acumulado en unas cuantas manos y para nada compagina con una boda ostentosa en Guatemala de uno de sus servidores públicos más cercanos. Moraleja, en la 4T ni te cases ni te embargues.