Víctima o Canayin
- Elva María Maya Marquez
- 25 agosto, 2021
- Columnas
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El ejercicio político está dejando de ser visto como algo serio y cómo no, cuando con tremendos dotes de histrionismo nos encontramos a un personaje como el excandidato presidencial del blanquiazul, Ricardo Anaya Cortés, compartiendo videos en los que señala: “López Obrador me quiere meter a la cárcel”, “me quiere fregar a la mala”, argumenta.
Excesivo, sobreactuado e insostenibles resultan los mensajes emitidos. Si hacemos un poco de memoria, se puede recordar que los señalamientos hacia el panista provienen de tiempo atrás, precisamente de sus compañeros y excompañeros de partido, así como de integrantes de la administración de Peña Nieto, con quien mantuvo una peculiar cercanía durante parte de su sexenio.
Un episodio relevante en 2018, es cuando Ernesto Cordero, en ese entonces Senador del PAN, acusó a Anaya por lavado de dinero a causa de operaciones inmobiliarias con al menos dos familias queretanas de las que se desprende la realización de hechos ilícitos, esto, en el contexto de la compra-venta de una nave industrial en Querétaro mediante un esquema de triangulación de recursos.
De igual manera, pidió que se investigaran las discrepancias que existían entre las declaraciones patrimoniales y los ingresos manifestados públicamente por él, y su esposa ya que, en 2016 fue cuestionado por enviar a sus tres hijos a estudiar a Estados Unidos durante dos años, con el fin de que aprendieran inglés en Atlanta, acto que llevó a generar dudas en torno al origen de su patrimonio.
A esta historia nos falta sumar a un panista que no puede faltar, el expresidente; Felipe Calderón Hinojosa, quien declaró en 2018, “Es un hombre deshonesto”, con quien rompió relaciones a causa de la disputa por la dirigencia del PAN, que llevó al exmandatario, a su esposa y a un grupo cercano a él a dejar el partido que lo llevó a la Presidencia en 2006, pero ahora resulta que ya lo perdonó, sin rencores, y tanto él, como su esposa Margarita Zavala, han decidido respaldarlo, señalando que el Presidente ha emprendido una persecución en su contra.
Para julio de 2020, cuando Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, fue extraditado a nuestro país y llegó a un acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR) para convertirse en testigo colaborador en el caso Odebrecht, denunció actividades ilícitas por parte del expresidente Enrique Peña Nieto y su secretario de Hacienda Luis Videgaray, así como algunos legisladores entre los que figura Ricardo Anaya. De manera específica, se habla de una entrega por más de 6 millones de pesos para aprobar las reformas del denominado Pacto por México.
Sus videos resultan poco o nada convincentes en su papel de mártir político, y seguramente seguirá dando mucho material para “memes” en redes sociales, mientras tanto, perdemos de vista el asunto de fondo, el hecho de señalar a Ricardo Anaya por recibir sobornos para la aprobación de la reforma energética de 2013, nos lleva directamente al expresidente Peña Nieto, y si sobre alguien recae la responsabilidad mayor, es sobre este hombre del que nada se dice y del que hay una serie de señalamientos en materia de corrupción.
Nuevamente estamos frente a un caso que roba reflectores, pero puede terminar convirtiéndose en uno más, ya que la investigación y el tema en particular es competencia de la Fiscalía, la cual se ha caracterizado por una lentitud, falta de actuación y determinación, ese es el principal problema, ya que con ello genera cierta desesperanza en la sociedad, que sigue en espera de tan anhelado cambio en materia de impartición de justicia.
Finalmente, es sumamente contradictorio que este pobre hombre que se asume como víctima de un gobierno que lo persigue diga “No huyo, no me escondo, doy la cara”, pero ya no está en el país. Asimismo, no deja de llamar la atención el hecho de que se asuma como candidato en 2024, tal vez debería moderarse un poco, pues tras el primer video, no se vieron precisamente a multitudes volcadas apoyando su candidatura, es más, ni en su propio partido parecen tenerlo contemplado, sería deseable que mida las expectativas que tiene sobre si mismo, antes de pensar en un video más donde a todas luces pretende mostrarse como alguien que no es, y por ahora, lo que tenemos es a un risible Riky, Riquin, Canayin y ahora, lo que nos faltaba, también profuguin.