¿Un año más sin clases?

La Secretaria de Educación como representante de la estructura gubernamental y como autoridad en materia de administración educativa, ya estableció de manera titubeante el escenario para el próximo ciclo escolar, que en conclusión es: habrá clases presenciales…para quien quiera.
Y digo de manera titubeante porque habían hecho una pequeña encuesta (o eso dijo López Obrador) que arrojó el resultado de que los padres de familia querían sus hijos en la escuela para el siguiente ciclo, sin embargo, al establecer con puntualidad que los padres son responsables de sus hijos (como de hecho lo es), con el giro que solo ellos son responsables de enviarlos a la escuela y ponerlos en peligro, pues ahí ya no quiso ni un miembro de la familia, porque no es posible solicitar de manera simple un voto de confianza, cuando no se ha hecho absolutamente nada en favor de ese riesgo en el que están los niños y en general, por lo poco hecho en materia de educación en el país.
Aquí en nuestro Estado estamos en la gloria en comparación con todo el país. Tenemos profesores capacitados, la mayoría con ganas de enseñar, entusiasmados y haciendo hasta lo imposible por que se dé el escenario educativo, pero aún así carecemos de muchos insumos.
A la profesora Delfina se le ha olvidado que el primer responsable de la educación es le Estado y con el simple hecho de decir “las clases son por televisión” no se garantiza absolutamente nada; por ello ganaron un amparo los habitantes de Soledad de Garciano Sánchez en San Luis Potosí, porque al no contar con televisión y sin luz, no tenían educación, luego entonces el Estado no tuvo otra cosa que hacer que proveer de estos insumos mínimos a los habitantes de ese lugar, ya no únicamente para la educación, sino para vivir.
Ha pasado más de un año y la autoridad educativa no ha hecho absolutamente nada en favor de la educación. Estoy de acuerdo que la pandemia es un hecho improgramable, impostergable e ineludible, que no puedes hacer nada, pero eso verdadero en un lapso de algunos meses; pero la cosa se pone lamentable cuando pasa un año y no se ha avanzado en nada. Pero no se ha avanzado en meses lo que a través de los años tampoco, ¿cuántos programas de tecnología en las aulas han pasado? Enciclomedia, tablets en las aulas, México conectado y más atrás, los equipamientos de laboratorio de computación. ¿Y a todo esto dónde están esos esfuerzos? Han resultado ser paliativos para un problema que nunca se ha atacado realmente. No se garantiza la educación en México. Al día de hoy podemos decir que la autoridad tuvo un año para ponerse las pilas y activar a su burocracia en pro de un equipamiento real en materia educativa y sin embargo sus acciones son “sanitiza las aulas, cubrebocas y gel para todos” con un “ustedes son responsables de la salud” -por las acciones que como gobierno no hago-.
De todo lo aparentemente sinsentido que ha dicho la profesora Delfina, es rescatable una idea concreta: “debemos intentarlo”, porque claramente debemos empezar a vivir con cierta normalidad y no podemos detenernos más, pero también ¿qué pasos ha dado el gobierno en favor de una educación digital, de propiciar el cero contacto? Absolutamente nada. Fácil es pedir y difícil es otorgar.
Ahora se ven las carencias reales, con escuelas que han sido vandalizadas (culpa 100% de la ciudadanía), la falta de limpieza, la necesidad de baños útiles, de luz, de agua, de drenaje, de vidrios, puertas, pintura, etc.
Ahora lo pienso bien, se debería de invertir en garantizar lo mínimo para la actividad educativa en lugar de hacer discursos garigoleados enarbolando la tecnología que llega como solución mágica. Hay que invertir en garantizar que la escuela sea un lugar digno para impartir clases y para aprender de los profesores.
Ni vale la pena preguntar, ya sé que usted, amable lector, no mandaría a sus hijos a la escuela hasta que de menos, estén vacunados todos los menores de edad. Por lo menos esa decisión es suya y hasta ahora nadie se la puede quitar. Saludos.