En México, migrantes enfrentan la vulneración de derechos humanos

Toluca, Méx.- Desde hace años, los migrantes centroamericanos y de otras naciones padecen en México, la vulneración de sus derechos humanos, violencia constante, rechazo y discriminación, lo que representa un tema de emergencia humanitaria. De acuerdo con datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
De acuerdo con Ana Luz Minera Castillo, académica del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mencionó que las niñas, niños y adolescentes, tanto centroamericanos y africanos como mexicanos, los primeros emprenden la migración impulsados por la violencia en Guatemala, Honduras y El Salvador.
Precisó que se presenta un panorama difícil por la gravedad de la violación a los derechos infantiles, sin intervención alguna y menos efectiva de parte de los gobiernos, ni datos sobre quienes se han contagiado de COVID-19 y dijo que, de los cuatro mil 856 menores detenidos en el primer cuatrimestre del año pasado, se elevó a más de siete mil en agosto, de los cuales, el 37 por ciento, fueron niñas y más de la mitad viaja sin acompañamiento.
Al tiempo, Armando Vilchis Vargas, del albergue Hermanos en el Camino en Metepec, destacó que el contexto actual se caracteriza por la falta de apoyo institucional y la carencia de recursos para atender a los migrantes, con la certeza de que la migración no se puede detener, por lo que se pidió oportunidades para quienes tuvieron que dejar sus países en búsqueda de oportunidades, pues ahora, enfrentan por la violencia y el rechazo, pese a que la mayoría, dijo, tienen un modo honesto de vida.
Mencionaron que la emergencia sanitaria destapó la vulneración de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, así como de los adultos migrantes, ante las condiciones adversas, la negligencia y el abandono de parte de las instituciones, de las organizaciones delictivas, los contextos de violencia, la hostilidad y el racismo a que se enfrentan en muchas comunidades de tránsito o receptoras en México.
Se reiteró que la violencia de las organizaciones delictivas, las extorsiones de los cuerpos de policía, el desinterés e indiferencia de los tres órdenes de gobierno y las instituciones, así como el rechazo de grupos y personas, se ha agravado por la pandemia del COVID-19, cuyos efectos entre los migrantes no han sido dimensionados. No obstante, contrastan con la respuesta de la sociedad civil organizada, que se ha encargado de crear y sostener albergues en la frontera y el centro del país con base en el trabajo de grupos religiosos y organizaciones humanitarias.