Nada que festejar
- Elva María Maya Marquez
- 12 mayo, 2021
- Columnas
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La semana inició con todo y no lo digo precisamente por el día de las madres. Se llega a un 10 de mayo condicionado por el color de un semáforo que nos recuerda que seguimos en pandemia, aunque en las calles por momentos se perciba algo distinto, pero también en medio de uno de los fines de semana más violentos donde para muchas madres y la población en general, no haya mucho que festejar.
Podemos comenzar con el caso de Ana Karen, de 24 años; José Alberto, de 29, y Luis Ángel, de 32, de apellidos González Moreno, quienes el pasado viernes fueron sacados de su domicilio por sujetos armados en la colonia San Andrés, de Guadalajara. La madrugada de este lunes 10 de mayo, sus cuerpos fueron localizados sin vida. Junto a los cuerpos de los hermanos las autoridades encontraron una manta con un mensaje contra el gobierno, y se menciona que por lo menos uno de los agresores portaba en su chaleco antibalas las siglas del cártel Jalisco Nueva Generación.
Asimismo, podemos seguir con el caso de Marisol Tapia, la madre de Brandon Giovanny Hernández, el niño de 12 años que murió cuando se desplomó el Metro de la Línea 12 en la Ciudad de México, para quien tampoco pudo existir un motivo para festejar. Lo único que ha pedido esta mujer es lo que cualquier madre en su lugar pediría y como sociedad debemos exigir, que se haga justicia por Brandon y por todos los que lamentablemente perdieron la vida y al día de hoy siguen en los hospitales, ya que la tragedia del metro no fue un accidente, es un hecho que se pudo prevenir.
En este mismo contexto, se encuentran las madres de los desaparecidos, y mientras el lunes, al interior de Palacio Nacional se desarrollaba el concierto de Eugenia León, que remplazó a la conferencia de prensa del presidente, afuera del recinto, el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM) realizaba un llamado público al presidente López Obrador para vetar la nueva Ley de la Fiscalía General de la República (FGR), ya que de acuerdo a sus declaraciones, representa un retroceso en el derecho de acceso a la justicia de las víctimas y colectivos del país.
Las madres reclaman que, aunque el presidente ha dicho que su gobierno no escatima recursos para el tema de las desapariciones, actualmente se tiene el registro de más de 87 mil personas desaparecidas, así como un rezago forense cuantificado en la existencia de por lo menos 50 mil 505 cuerpos no identificados en México.
Lo anterior no es todo con lo que se inicia la semana, ya que el pasado viernes, se dio a conocer que más de 300 habitantes de cuatro localidades de Teocaltiche, Jalisco, abandonaron sus hogares tras un enfrentamiento armado entre presuntos grupos rivales del crimen organizado. El ayuntamiento confirmó que, ante la escalada de violencia, se instalaron albergues para las personas que huyen de estas poblaciones.
A propósito de la violencia e impunidad que hoy se vive, salta a la vista el tema electoral, donde de acuerdo con la organización Integralia, en México, entre septiembre de 2020, fecha en que inició el proceso electoral, y el 30 de abril de 2021, se contabilizaron 169 incidentes de violencia política en el país, que dejó un saldo de 210 víctimas, de las cuales 143 fueron mortales y el resto resultaron heridas. Los estados que concentran el mayor número de asesinatos de actores políticos son: Oaxaca (19), Veracruz (17), Baja California (13), Guanajuato (12) y Jalisco (9).
Este es el México que tenemos y que los gobernantes y gran parte de la sociedad se niega a reconocer, es necesario dimensionar el problema para redoblar esfuerzos y realmente buscar la pacificación, ya que la anestesia social y la indiferencia no harán que las cosas cambien y sí, nos hace cómplices de lo sucedido. Seamos solidarios ante la desgracia y el dolor ajeno, ni perdón ni olvido, porque no hay mucho que festejar, pero si hay mucho que exigir.