QUÉ CON EL NEOLIBERALISMO
- Juan Manuel Sobrino B.
- 10 mayo, 2021
- Columnas
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Es bien entendible que todo totalitarismo, como la palabra lo dice, es absoluta y socialmente es negativo ante los ojos de la democracia. Así, Capitalismo y Comunismo son las orillas de la política social. Las que nunca podrán permitir una igualdad, ya que cada una vela por sus propias conveniencias, para colocarse en el poder y mantener su propia hegemonía.
La genealogía del neoliberalismo en México es más intrincada y extendida de lo que habitualmente se cree. No se remonta a la aplicación de las medidas de austeridad dictadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras la crisis de 1982, tampoco al Consenso de Washington de 1989. Más aún, la también renombrada reunión en Mont Pélerin a finales de los años cuarenta o la notoriedad pública de Milton Friedman y la escuela de Chicago en los años setenta, no representan tampoco el inicio mundial de esta hoy poderosa corriente de pensamiento económico y social. La trayectoria del neoliberalismo en México, aunque también en Europa, es el objeto del libro de Romero Sotelo, una historia en que se entremezclan intelectuales, políticos y empresarios industriales y de las finanzas. Y así es como lo dice: Enrique Racjchenberg economista de la UNAM, refiriéndose al Titulo de Los orígenes del Neoliberalismo en México (La escuela Austriaca).
¿Por qué iniciar con estas palabras nuestra colaboración de la semana?
Porque nuestros hermanos de Colombia están poniendo un alto al Neoliberalismo de su país. Sobre todo, cuando se lleva a extremo un sistema, pisoteando los derechos de una nación, por conveniencia de unos cuantos (recordemos La Mafia del Poder en México), sin miramiento de que es el pueblo el que manda. Como la sangre que bullía en los jóvenes universitarios de finales de los años 60´s en nuestro país. Que poco se le permitía a Díaz Ordaz aplicar leyes restrictivas en contra de la Juventud, que daba cuenta ya, del conocimiento de las políticas internacionales de derechos.
¿Pero, y que nos trae o que nos lleva el Neoliberalismo en nuestro país? Se puede decir que Miguel de la Madrid, sin duda con el asesoramiento de Carlos Salinas de Gortari como su Secretario de Planeación y Presupuesto, dio inicio al neoliberalismo en México. Aunque se acentuó en el ejercicio de su sucesor, justamente Salinas de Gortari, cuando empezó a privatizar todo lo que pudo. Desincorporando del estado 390 empresas, equivalentes al 63% de las que existían. Y con el remate de estas, convirtió a 23 familias en MULTIMILLONARIAS, que acumularon 41, 900 millones de dólares en 1994. Tan solo en 1991 se privatizaron Multibanco Mercantil de México, Banpaís, Banca Cremi, Banca Confía, Banco de Oriente, Bancreser, Banamex, Bancomer, BCH. Al año siguiente se privatizaron Banca Serfin, Comermex, Somex, Banco del Atlántico, Banca Promex, Banoro, Banorte, Banco internacional y Banco del Centro. Solo por citar algunas. ¿Y el pueblo? Calladito.
Y como en Colombia hoy, aumentaron los impuestos, la deuda interna y externa y se implantó el NEOLIBERALISMO en México, con todo su poder. Siguiéndole Fox, Calderón y nada menos que el mejor alumno de Salinas, Enrique Peña Nieto con todos sus gobernadores, gabinete y otros secuaces encubiertos.
Ante lo anterior, quise investigar en base a que percepción guarda el FMI con relación al gobierno de AMLO y pudimos conocer la opinión de Alejandro Werner Director del Departamento del Hemisferio Occidental, sobre su perfil del modelo de gobierno. Y comenta que contradice de manera muy clara las opiniones que ha venido manifestando la derecha mexicana y que se ha intensificado como un discurso incoherente en los últimos dos años queriéndolo encasillar como “típico populista latinoamericano”, cuando en realidad es un Político diferente. Pues dice, no entender por qué calificarlo así; cuando ha sido respetuoso con las restricciones presupuestarias y su compromiso con la estabilidad fiscal, monetaria y financiera.
Estimado lector, la próxima semana la segunda parte de esta investigación. Para TU ESPACIO DE PODER.