“El mejor momento para plantar un árbol era hace 20 años. El segundo mejor momento es: AHORA”
- Pedro Eric Fuentes López
- 23 marzo, 2021
- Columnas
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Cuando pase el temblor, es el título de una canción de Soda Stereo en la voz principal del siempre recordado Gustavo Cerati y que llenó todos y cada uno de bellos momentos de aquella época del rock en español. Ciertamente era suigéneris, pero rica en ritmo, tiempo y cuerpo. La letra era sencilla y pegajosa, de hecho, cuando surgió o más bien llegó a nuestro país ya traía facha de ser éxito. Por aquellos ayeres nuestra nación seguía (y seguimos) padeciendo de los movimientos telúricos situación que a algunos les causaba un sentimiento extra al del despliegue musical, en cambio, para otros era como el estandarte para abrir una agradable sesión de notas musicales ochenteras. El concepto quedaba claro con la última estrofa que aplicaba en todo y para todo. Me explico.
5 palabras le dieron un tono que acomodábamos según fuera el caso: “Despiértame cuando pase el temblor” (seguro la tarareaste ¿verdad?) y entonces a nivel deportivo era elocuente que en escenarios se premiara al público asistente, deportistas, atletas, entrenadores, directivos, prensa y otros, a gozar de las églogas musicales del momento. Aquello era pasional, se convertía en un binomio perfecto para el desarrollo de la actividad física, el deporte en sí y había comunión entre propios y extraños. Así comenzábamos a conocer al vecino, al de a lado, al de otra nación, a compartir, realmente a convivir a través del deporte y cifrar esperanzas de aumentar más los momentos. Hoy en día decimos todos: éramos felices y no lo sabíamos, pero sigo apostando que todo tiene fecha de caducidad y una fe inquebrantable en que lo mejor está por llegar…
Hago alusión a esto porque con la decisión del COI, Comité Organizador y autoridades gubernamentales de no contar con público extranjero en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio, se rompen muchas costumbres, entre ellas la de escuchar la música que hace vibrar hasta al más negado para tal efecto. Sin embargo, también comulgo con dicha acción por evitar cualquier sinónimo de propagación de este desgraciado virus que nos mantiene en vilo a todos los humanos, por tanto, creo que fue acertada esta acción y representa todo un reto para una nación que tuvo que soportar el posponer la edición veraniega el año pasado, resistir bajo los más estrictos ordenes de control sanitario la reincorporación al orden social, político, cultural, económico, deportivo y más, reeducar a toda una población heterogénea que a sabiendas de sus debilidades las convirtieron en fortalezas y hoy en día cada vez están más cerca de albergar una justa olímpica en cuyo caso, el mensaje abonaría, sin duda la paz mundial a través del deporte, pero más significativo ahora mismo la cruzada de todo el mundo por erradicar la pandemia y salir no solo al terreno de juego, a la pista, a la piscina, a la duela, al tatami, a las líneas de los bolos, al hipismo, etc., sino realmente al mundo exterior después de nuestras casas con la cara en alto, rogando un mejor mañana para todos.
Esa es la consigna hoy en día de estos juegos, hoy es la espada de los atletas y deportistas por elevarla en señal de paz y victoria, hoy es el mañana del futuro, porque sin duda un momento de paz con alegría, con goce, con sonrisa a flor de piel vale cualquier respirar y es pensando y sintiendo en toda la humanidad, hoy es el parteaguas de las nuevas generaciones que tendrán la oportunidad de mejorar no solo el deporte, la actividad física, sino más bien absolutamente todo.
De ahí que al menos desde este Valle, sigo pensando que lo mejor que nos puede pasar es volvernos a abrazar y reír, estrechar estruendosamente las manos, las palmadas en la espalda o santa salva parte (jajajajaja) la caricia al rostro y el beso anhelado, ese que alimenta el alma y fortalece el espíritu y colma de paz al ser, entonces, si el que está ocasión no haya público de otras naciones en los escenarios olímpicos y paralímpicos de Tokio nos brindará la oportunidad de vivirlos desde otra perspectiva, pues bienvenido y que sirva de muestra para otros países y se evite más caos, o lo que es lo mismo: “…des-pier-ta-me…cuando pase el temblor…”
Pásenla bien!!!