NI QUIEN YA SE ACUERDE DE LA EXPROPIACION PETROLERA
- Sergio Garza Gutiérrez
- 18 marzo, 2021
- Columnas
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Bien lo dijera en su momento, uno de los presidentes más criticados y más enjuiciados por la Vox Populi, pero en su momento con toda la verdad con su frase más popular in duda lo fue “Pobre de México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”, como lo dijo queramos o no Porfirio Díaz, y es una ruda realidad.
Viene a colación éste comentario, prueba a pesar de que se encuentra totalmente en el olvido, hoy se celebra el 83 aniversario de haberse el gobierno puesto bien los pantalones de hacer que uno de los bienes más sagrados de nuestro territorio, quedara en manos de los mexicanos y mandando a volar a las empresas extranjeras que sangraron por décadas a nuestra nación.
El que se fajó bien los pantalones fue Lázaro Cárdenas del Río, sin duda el mejor presidente que existió en el siglo pasado, pero desgraciadamente ese hecho tan importante ha quedado en el olvido, desde los gobiernos neoliberales panistas que regresaron en gran parte dicho bienes nuevamente en empresas fue de la de gobierno, como antaño fue PEMEX.
A la fecha nadie ha podido regresar las cosas a cómo deben de estar, o antaño eran, imagínese ilustre lector, cuando se dio dicha expropiación, a empresa paraestatal que pasó a manos de los mexicanos produce en promedio 47millones de barrilles diarios, hoy e sus mejores dís solo logra explotar un millón 600 mil barriles, una verdadera risotada y burla que trae en la riqueza que debería de ser de los mexicanos, y no quedarse en un para estatal que en lugar de que ayude con sus recursos, los mexicanos tengamos la necesidad de mantener de su indiscutible desaparición.
Pero todo ello, solo pasa como siempre lo mejor dicho, solo en México.
Haciendo un poco de remembranza par que sepamos la lucha que se tuvo queda vale la pena comentar de que la expropiación petrolera en México fue un acto de nacionalización de la industria petrolera realizado en el año de 1938, como resultado de ejecución de la Ley de Expropiación del año 1936 y del artículo 27 de la Constitución Mexicana a las compañías que explotaban estos recursos, mediante el decreto anunciado el 18 de marzo de 1938, por el presidente Lázaro Cárdenas del Río.
Este consistió en la expropiación legal de armas, instalaciones, edificios, refinerías, estaciones de distribución, embarcaciones, oleoductos y, cosas de ese tipo en general, todos los bienes muebles e inmuebles, de la Compañía Mexicana de Petróleo llamada El Águila (Royal Dutch Shell), la Compañía Naviera San Cristóbal, la Compañía Naviera San Ricardo, la Huasteca Petroleum Company (subsidiaria de la Standard Oil Company de New Jersey, que se vio afectada a cambiar su nombre Amoco Corporation), la Sinclair Pierce Oil Company, la Mexican Sinclair Petroleum Corporation, la Stanford y Compañía, El Agwi, la Compañía de Gas y Combustible Imperio, la Consolidated Oil Company of México, la Compañía Mexicana de Vapores San Antonio, la Sabalo Transportation Company, Clarita S A y Cacalilao Sociedad Anónima, así como de sus filiales o subsidiarias, con la promesa de cumplir con los pagos a los involucrados en el tiempo de diez años conforme a derecho, ya que estas compañías, constituidas bajo leyes mexicanas, se habían rehusado a acatar el laudo (sentencia) emitido por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje a favor del pago de mejores salarios a los obreros y trabajadores de esta industria, la cual fue ratificada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En 1862 el primer pozo petrolero superficial fue perforado por el ingeniero de minas Antonio de Castillo en el estado de Tabasco. Durante su régimen imperialista, Maximiliano de Habsburgo emitió un decreto que permitía explotar el petróleo en México siempre y cuando se hiciera con la anuencia del gobierno mexicano, de esta forma otorgó 38 concesiones petroleras a particulares. En 1869, en Veracruz se inició la explotación de las chapopoteras de Furberos.
Todo iba viento en popa, hasta que llegaron los gobiernos neoliberales, en manos al inicio que comenzó con los pininos con Carlos Salinas, y el debacle tal continuó con la “docena trágica” de los dos gobiernos panistas siguientes, seguido de hacerse “ojo de hormiga” el gobierno de Enrique Peña Nieto, y bueno del gobierno actual senil de López Obrador y su vigoroso gabinete, que habían de todo, mucho menos del tema que hoy en éste nuestro espacio les comento.