A mitad de la semana
- Julián Chávez Trueba
- 21 octubre, 2020
- Columnas
- 0 Comments
Hace unos días en la Ciudad de México se colocaba en la opinión pública por parte de la Jefa de Gobierno, la idea de que la estatua de Colón, que había estado ausente por reparación, debiera ser re colocada por la idea que representa, en el sentido de que algunas voces se alzaron para exigir que se retirara definitivamente porque es un símbolo del mal que aquejó a México desde 1942, en la idea de que la conquista fue un hecho atroz de opresión.
Creo que empezamos a tener una sociedad de cristal. Si hace unos meses hablaban de prohibir a la caricatura de los Animaniacs por misóginos y groseros pues qué nos podemos esperar de los hechos históricos. Cada opinión que obsequias al público puede ser tan mala o tan buena como el propio público lo tome. Yo creo que no podemos dolernos de un señor que tuvo los suficientes, para ir en contra de la Iglesia Católica, argumentar que el mundo es redondo y probarlo llegando a las “Indias”. Al momento en que llegó Cristóbal a tierras americanas (aún sin nombre) demostró una creencia falsa, demostró que había una ruta y sin querer, descubrió oficialmente un nuevo continente. Que si los españoles opresores engendraron enfermedades, saquearon al país y esclavizaron a todos, es otra cosa. Que si Erikson 500 años antes ya tenía una ruta a lo que es hoy Canadá, pues recuerden que muchas veces la historia es de quien otorga un nuevo concepto, por ejemplo, la radio la inventó primero Tesla, pero fue Marconi quien hizo el primer evento mundial; otro ejemplo el rock and roll, lo inventó Jerry Lewis pero fue hasta las Beatles que le pusieron nombre. Es decir, para que una grosería se realmente un insulto, necesita que tanto el emisor como el receptor entiendan el mensaje. Cada quien le da el valor al símbolo, cada quien sus fobias y complejos.
Los personajes activos de MORENA colocan símbolos en el debate público tal vez con el ánimo de generar distracción, que el Penacho, que el Avión Presidencial, le estatua de Colón, etc. Ahora hicieron un movimiento político en contra de los lácteos. En otros productos han avisado el cambio que va a haber, ya sea en telecomunicaciones o en productos alimenticios con su prohibición cerca de escuelas o con un aviso contundente de los excesos que contienen. Ahora el golpe llega de sopetón, con una prohibición aparentemente justa, pero sin trascendencia.
Por una parte, prohíben la venta de productos supuestamente lácteos que no contienen leche y hace unos días organizan rifas de avión sin avión. Creo firmemente que hay una intención detrás de esto, porque los criterios son disparatados, a veces tajantes a veces holgados ¿por qué?.
Todos estos distractores llevan los reflectores lejos de problemas importantes. El INEGI estará haciendo sus cálculos y estimaciones para saber cuántos mexicanos se murieron por COVID y cuantos por enfermedades respiratorias. En esta semana circuló el dato de que muertos por COVID llegan casi a los 90 mil, los muertos por la delincuencia suman 60 mil, lo que hace una cifra alarmante. Ahora veo el porqué de los distractores.
Ahora se atreven a decir que hay un rebrote cuando no hemos salido del primero. Cualquier estadista sabrá que el rebrote es cuando se declara la nulidad de casos práctica. Bueno, cómo va ser un rebrote si su semáforo no ha llegado a verde. Es de esperarse que al bajar la preocupación la gente salga y se contagie. Los casos deberán ir de a poco nuevamente a la baja en unas semanas, todavía no llega el rebrote, hasta que no pase la primera etapa.