CONCIENCIACIÓN
- Jimena Bañuelos
- 25 agosto, 2020
- Columnas
- 0 Comments
El tiempo pasa y el mes de agosto está llegando a su fin. Las vacaciones se agotan y con su final toca afrontar todo aquello de lo que nos hemos eludido durante el verano. Da vértigo ver los datos que el coronavirus nos está dejando en los últimos días y superar los cuatrocientos mil casos ya son palabras mayores. España lidera los rankings no, precisamente, por su buena gestión. La pandemia sigue con nosotros y ahora nos enfrentamos a nuevos retos. La vuelta al cole lleva días protagonizando las portadas y no es para menos. Qué hacer y cómo hacerlo son las grandes preguntas que están esperando respuesta. Es cierto que se están apurando las plazos, pero hay a quienes les gusta dejar las cosas para última hora y… así nos va.
Nos podía ir mejor si aplicáramos el sentido común y tuviésemos unos líderes políticos a la altura de las circunstancias. El sector sanitario se teme lo que pueda pasar en los próximos meses porque ellos vivieron muy de cerca el inicio de la pandemia. No parece que los casos sean tan graves pero su expansión es muy rápida. Los brotes cada vez son más al igual que los contagios. Es cierto que ahora se hacen más test, pero cuando éste es positivo hay que quedarse en casa nos guste o no. Es el colmo saltarse el aislamiento poniendo en peligro a los demás. Madrid vuelve a estar en el punto de mira, aunque también hay más ciudades en las que las cifras abruman. Si no nos concienciamos, mal vamos y las consecuencias las pagaremos todos. No nos están pidiendo tanto; tan sólo el uso de la mascarilla, el lavado de manos y la distancia social.
El virus no se fue de vacaciones y poco a poco ha vuelto a recuperar su protagonismo. Septiembre siempre ha sido el mes que nos devolvía a la realidad, a la rutina, al colegio y en el que añorábamos lo vivido durante la estación estival. Este año, con la nueva normalidad, nada es lo que fue y todo versa en torno a la COVID-19. La vacuna es lo más buscado y parece que ya hay avances en ella. Sin duda, hay que apostar por la investigación, pero no solo ahora sino siempre. Sus progresos siempre serán en beneficio de todos. Quizás sea el momento de que los gobernantes tomen nota de ello.
De momento, nos toca convivir con el virus extremando las precauciones. Recuperar la normalidad sin que ésta vaya acompañada del adjetivo “nueva” nos llevará un tiempo, pero en nuestras manos, nunca mejor dicho, está. Hemos hablado de la vuelta al cole, pero cada uno tiene sus preocupaciones. Los aficionados al fútbol se preguntan cuándo volverán a los estadios, los amantes de la música cuando podrán acudir a recintos llenos hasta la bandera, los festivales anhelan ya el verano del año que viene y así un sin fin de cosas. La incertidumbre se ha convertido en nuestra compañera de vida y nos guste o no ha venido para quedarse, al menos, hasta que nos vacunemos contra el protagonista del año. Seamos optimistas y pensemos que cada día que pasa es un día menos que nos queda para volver a recuperar nuestra forma de vida. Entre todos lo conseguiremos, pero sin olvidarnos del sentido común.