Inminente educación del futuro
Por: Luis Daniel Cruz Monroy
En tan solo un par de meses el mundo dio un giro inesperado, susceptibles o no, la forma de organización social se detuvo para cambiar irreversiblemente, hoy no podemos pensar el mundo que hasta hace 4 meses vivimos, si hoy diera por terminada la contingencia, derivada del COVID-19, la sociedad estaría planteando esquemas diferentes para la convivencia, en todos los sentidos y a todos los niveles.
El problema va más allá de lo económico o social, es más grave que lo emocional y psicológico, el cambio cultural es palpable, el cual lleva a plantear interrogantes complicadas de resolver, iniciando por entender si estamos capacitados como alumnos o docentes para la educación a distancia, sea el nivel educativo que sea.
Nadie imaginó que de la noche a la mañana la educación tradicional tendría que modificarse para lograr salvar el ciclo escolar o el semestre, a nadie le preguntaron si estaba dispuesto a modificar la forma de trabajo en la que ahora el contenido de los programas educativos se transformara en contenido digital, en el que tanto docentes como alumnos pudiera desarrollar y entender, en función a diferentes ramas del conocimiento.
Lo vemos en ejemplos de niños de preescolar y primaria, en donde, además de modificar la forma de trabajo, los padres de familia, sea el jefe o jefa del hogar, sin miramientos de roles sociales, sea hombre o mujer y en la mayoría de los casos ambos, han tenido que convertirse en asistentes de los maestros para que los pequeños estudiantes estén atentos y logren desarrollar las habilidades académicas que, en un sistema tradicional escolarizado, deben cubrirse y atenderse dentro de un aula de clase.
Y más allá de la sensibilidad y demanda que requiere un menor de edad, algo similar pasa en los niveles medio superior y superior; a pesar que en los últimos años se ha fortalecido e incentivado la educación en línea y a distancia, específicamente en los niveles antes mencionados, además de la puesta en marcha por la Secretaría de Educación Pública de la Agenda Digital Educativa, que tiene por objetivo ofrecer educación de excelencia y la posibilidad de la capacitación exitosa del claustro docente.
A pesar de que no necesariamente un alumno que se encuentra inscrito en una escuela con sistema presencial, quiere decir que no sea capaz de poder desarrollarse en sistemas educativos en línea, pero no significa que esté dispuesto a llevar a cabo su vida académica en línea; o en el peor de los casos, que un docente esté dispuesto y sea capaz de desarrollar una clase digital, con uso de herramientas en el entorno de aulas virtuales y con todas las posibilidades que el propio sistema educativo público y privado presta para el uso y desarrollo de la capacidad académica en torno a este propio fin, sin que esto termine por asfixiar a los alumnos, que en la mayoría de los casos, les serviría más leer el contenido bibliográfico de los programas de estudio, que una sobre carga de lecturas sin ninguna guía académica apropiada.
Todo lo anterior intenta ver una realidad, la cual no debe verse como absoluta pero tampoco debe negarse, es fundamental reconocer el trabajo de alumnos, padres de familia y docentes, quienes se han esforzado para dar lo mejor de si durante esta contingencia, sin embargo, la realidad no terminará cuando cese la pandemia, más bien será la punta del iceberg, en la que debemos entender que existen altas probabilidades que en el orbe, la educación será necesariamente diferente.
Lo cual trae consigo realizar nuevos análisis sobre la brecha digital en México y específicamente en cada una de las entidades federativas, además de garantizar que el grueso de los alumnos inscritos en sistemas tradicionales, tengan acceso indiscutible a una conexión estable de internet y un dispositivo suficiente para llevar a cabo sus actividades académicas.
Es importante puntualizar que ya se está trabajando para garantizar que esto suceda pero, así como se trabajó en prevención para el combate del COVID-19, es necesario prever estrategias que eviten el colapso escolar.