La vocación humanitaria de México en materia de asilo político
- José Edgar Marín Pérez
- 14 noviembre, 2019
- Columnas
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Mucho se ha comentado sobre el reciente otorgamiento de asilo político al expresidente de Bolivia, Evo Morales, situación que ha generado un debate entre las distintas facciones de la izquierda y la derecha en México. Dentro de ambas posturas se encuentran argumentos lógicos, por ejemplo, si a través de artilugios legales el expresidente boliviano hizo hasta lo imposible para eternizarse en el poder, así como el avance económico que tuvo Bolivia durante los casi catorce años en los que estuvo al frente del ejecutivo, pasando de 2005 a 2019 del lugar 111 al lugar 107, de un total de 141 naciones, de acuerdo al Índice Global de Competencia Económica 2019, emitido por el Foro Económico Mundial en donde participan conjuntamente el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial (WEF, 2019, pág. XIII).
Sin embargo, no es la finalidad de este análisis evaluar la gestión del expresidente Evo Morales, sino de la figura jurídica del asilo político, entendiéndolo como “[…] un derecho del Estado y del hombre. Del Estado, porque, en virtud de su propia personalidad jurídica, puede otorgarlo a quien considere perseguido políticamente. Del hombre, porque la legítima defensa es uno de los atributos esenciales” (Flores Beltrán, 2004, pág. 75). De lo anterior, se resalta que el asilo lo otorga un país extranjero a quienes por sus ideas, membresía partidista, cargos o comisiones públicas, sean perseguidos por el aparato estatal de su país de origen, puntualizando que el asilo político encuentra su fundamento legal en la Declaración Universal de los Derechos Humanos así como en la Convención de Ginebra, mientras que para el caso mexicano se sustenta en la Constitución federal y demás disposiciones diplomáticas.
Bajo este tenor, la vocación humanitaria de México surgió en la segunda mitad del siglo XIX, brindando protección a perseguidos políticos extranjeros como respuesta al asilo político que le fue brindado al presidente Benito Juárez en Cuba y Nueva Orleans, así como a Melchor Ocampo y a varios liberales durante el gobierno de Antonio López de Santa Anna, por razones eminentemente humanitarias.
En este contexto, destacan figuras de perseguidos políticos como José Martí o Guissepe P. Garibaldi. Sin embargo, a partir del gobierno del presidente Lázaro Cárdenas se dio auge a la llegada de refugiados como los miembros de la comunidad judía perseguida por el holocausto nazi, los miembros de la comunidad libanesa, los niños e intelectuales del exilio español, así como asilados políticos de la talla de León Trotsky (puntualizando que si bien es cierto, no es lo mismo un refugiado que un asilado político, en ambos casos la autoridad diplomática valora el peligro inminente del sujeto de perder la vida).
La autorización de asilo político por parte del gobierno mexicano ha estado sustentada en la Doctrina Estrada, que se funda en los principios de autodeterminación de los pueblos y de no intervención. En este entendido, algunas figuras que durante el pasado siglo XX se vieron obligadas a solicitar asilo político en México fueron el cineasta Luis Buñuel, la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, el depuesto shah de Irán o la familia del también derrocado presidente chileno Salvador Allende, por mencionar algunos.
Finalmente, esa vocación humanitaria en la diplomacia mexicana no hubiera sido posible sin la escuela de cancilleres como el propio Genaro Estrada, Jaime Torres Bodet, Emilio Rabasa Mishkin o Rosario Green, que dieron luz y prestigio internacional a la Secretaría de Relaciones Exteriores. Contrastando con la aberrante política internacional de personajes como Jorge Castañeda Gutman (ejecutor del comes y te vas), Luis Ernesto Derbez, José Antonio Meade o Luis Videgaray Caso, quienes en los últimos años hicieron que se olvidaran del colectivo imaginario los postulados humanistas que deben prevalecer en un Estado democrático.
Twitter: @EdgarMaPe
Referencias:
Flores Beltrán, C. I. (2004). Los refugiados y el asilo político en el Ecuador, la importancia de su conocimiento para la policía nacional. Quito: Instituto de Altos Estudios Nacionales.
WEF. (2019). The Global Competitiveness Report. Geneva, Switzerland: Wold Economic Forum. Recuperado el 12 de noviembre de 2019, de http://www3.weforum.org/docs/WEF_TheGlobalCompetitivenessReport2019.pdf