SIN TON NI SON
- Francisco Javier Escamilla
- 17 octubre, 2019
- Columnas
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Vivimos una época de gran desarrollo tecnológico, pero a su vez de una declinación moral, donde se está perdiendo el respeto por tantos valores, incluso por la vida. El anuncio que surge por muchos medios, incluso espectaculares de 70 metros cuadrados donde la Coca-Cola se ostenta diciendo que es Ching-on más que Ching-off, ¿acaso es esto gracioso?, es sólo una muestra de la decadencia que nuestra sociedad mexicana está permitiendo. En la próxima colaboración profundizaré más en este tema, pero ahora quiero hilar esta idea con lo que pasó hace más de seiscientos años en Italia, con la evolución conocida como el Renacimiento. Qué hermoso sería poder tener un renacimiento en esta época.
El Renacimiento en Italia se originó en la ciudad De Florencia en el siglo XIV y logró su máximo desarrollo durante el reinado de Lorenzo el Magnífico, éste fue un lapso de colosales cambios principalmente artísticos, pero también políticos y religiosos. El nombre Renacimiento nos sugiere un redescubrimiento de las artes, que llegaba después de un período de mil años de estancamiento cultural en Europa, el cual dio inicio con la caída del Imperio romano.
Grandiosos artistas e intelectuales se fueron dando cita en esa hermosa ciudad, a la orilla del Río Arno, ante la corte de Lorenzo. Pintores de la talla de Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y Boticelli pintaron en esa ciudad y en esa época. Se sabe que el mismo Lorenzo el Magnífico escribía poesía.
El renacimiento marcó un punto de inflexión en la historia del hombre: terminaba la edad media y comenzaba la era moderna. La influencia sobre las artes, la religión y la política se extendió desde la Florencia de los Medici a otras partes de Italia, y luego hacia el norte por el resto de Europa. La invención de la imprenta en Alemania, que reproducía de manera serial los textos, sirvió de gran ayuda para que las ideas del Renacimiento cambiaran de fondo la cultura del continente.
La doctrina fundamental del Renacimiento era el humanismo, un movimiento intelectual que sustituyó la obediencia ciega a las enseñanzas religiosas por un retorno al pensamiento clásico. El deseo de dejar a un lado la tradición llevó a nuevas formas de arquitectura, pintura y erudición. El Renacimiento, por encima de todas las cosas, fue un cambio de mentalidad que dejó atrás la cerrazón de las tradiciones medievales para dar paso a una forma de comprender el mundo de una manera más actual y averiguadora.
Cambio de mentalidad. Necesitamos cambio de mentalidad, necesitamos dejar de ser una sociedad que trata de abusar del vecino, del ciudadano común, donde sólo importa sacar ventaja, ganar el lugar de estacionamiento, no dejar pasar al peatón, ganar dinero a costa de lo que sea incluso de un mal servicio, brincarse la ley. ¡uf! ¿Es muy difícil cambiar de mentalidad?
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