Los “Irriducibili” del S.S. Lazio, la porra fascista de Europa
- José Edgar Marín Pérez
- 19 septiembre, 2019
- Columnas
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Un elemento de identificación en las sociedades contemporáneas es el fútbol soccer, la historia registra múltiples instantes de heroísmo deportivo en donde la afición se ha unido en pro de un equipo, tales fueron los casos de Brasil en el mundial de México 1970, o del equipo argentino en el mundial de 1978, conquistas deportivas que hicieron que la afición olvidara momentáneamente las crueles dictaduras militares imperantes en sus naciones.
En este sentido, las porras o barras juegan el papel de apoyo de un club, detonando la pasión y el sentido de pertenencia comunitario, regional o incluso nacional. Para Eduardo Galeano “Una vez por semana, el hincha huye de su casa y asiste al estadio. Flamean las banderas, suenan las matracas, los cohetes, los tambores, llueven las serpientes y el papel picado; la ciudad desaparece, la rutina se olvida, sólo existe el templo. En este espacio sagrado, la única religión que no tiene ateos exhibe a sus divinidades” (Galeano, 2008, pág. 13). Siguiendo esta óptica, la afición exacerbada convierte al hincha en fanático, es decir, en un extremista obnubilado por su filiación deportiva.
El S.S. Lazio es un equipo de la Serie A de la liga italiana fundado en 1900, comparte sede y estadio con el equipo de la Roma, siendo el segundo equipo más victorioso del fútbol italiano después de la Juventus de Turín. Bajo este tenor, los “Irriducibili” son un grupo radical numeroso de la hinchada de la Lazio fundado en 1970, ubicado en la curva norte del estadio olímpico de Roma, las características de este grupo de aficionados son: “el culto a la ‘dureza’ masculina, una organización cuasimilitar y un territorialismo apegado a doctrinas neofascistas” (Testa, 2009, pág. 56). A partir de la década de los 90’s, los Irriducibili comenzaron a mostrar en los estadios emblemas ultraderechistas, esvásticas nazis, el tradicional saludo fascista de Benito Mussolini, así como una acentuada ideología racista y antisemita en sus cánticos.
Pero, ¿Cómo entender el lazo que une a los Irriducibili como manifestación de los Ultras Tifosi (nombre con el que se conoce a los integrantes de una hinchada dentro del calcio italiano)?. Para Daniela Kušnierová, estos fanáticos “están unidos por la relación que tienen con el club y el odio común hacia sus oponentes […] para los Ultras la violencia es un estilo de vida, es una lucha contra el sistema de boletaje, contra las cadenas de televisión de paga, contra la sociedad moderna y la opresión” (Kušnierová, 2014, pág. 63). En este sentido, la conducta de los Irriducibili causa temor en las autoridades futbolísticas y civiles de Italia, así como en los aficionados propios y extraños, por la inclusión de mensajes neofascistas y neonazis, tal es el caso de la burla que en 2017 hicieron a los aficionados de la Roma con una imagen de la prisionera judía Ana Frank con la camiseta del club rival, así como la amenaza a equipos y porras rivales de ser quemados como en los hornos de Auschwitz, o bien, el lanzamiento de plátanos a jugadores de raza negra durante los partidos como señal de inferioridad racial o comparativa simiesca.
Estas manifestaciones han sido minimizadas por un amplio sector de los aficionados italianos, bajo el argumento de que son expresiones intimidatorias naturales motivadas por la pugna deportiva. No obstante, estos acos causan estragos en las autoridades europeas por la serie de enfrentamientos violentos contra barras contrarias y cuerpos de policía en otros países, cuando el S.S. Lazio ha enfrentado a equipos extranjeros en la Champions League o la UEFA League, dejando de manifiesto el desinterés de las autoridades de la FIFA por tratarse de una liga nacional, comparadas a las sanciones adoptadas en los campeonatos mundiales de Brasil 2014 y Rusia 2018 en contra de la homofobia, por citar un ejemplo.
Finalmente, otro aspecto que deberían observar las autoridades italianas, es que los Irriducibili, son apoyados por grupos y actores políticos, obteniendo financiamiento de éstos, tal es el caso del partido extremista Forza Italia, fundado por el ex Primer Ministro, Silvio Berlusconi, quien fuera presidente del equipo AC Milán, así como de Liga Norte y del Movimiento 5 Estrellas, partidos situados en la derecha más recalcitrante de Europa. Lo anterior, en tiempos en que la intolerancia religiosa, política y migratoria amenaza con encumbrar a los fascistas que hacen de la xenofobia, el racismo y el odio exacerbado, su modus vivendi.
Twitter: @EdgarMaPe
Referencias:
Galeano, E. (2008). El fútbol a sol y sombra y otros escritos. Panamá: Ediciones la Cueva.
Kušnierová, D. (2014). Ultras in Trnava: History, Activities and Ideology. (U. o. Trnava, Ed.) Ethnologia Actualis, 14(2), 59-96.
Testa, A. (2009). The UltraS: An Emerging Social Movement? (Brunel University, Ed.) Review of European Studies, 1(2), 54-63.