Aumenta explotación de agua en Toluca: Ordoñez
- Laura Velásquez Ramírez
- 5 agosto, 2019
- Estado de México
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Toluca, Méx.- Luz María Gómez Ordoñez, presidenta del Movimiento Ecologista del Estado de México, comentó que a partir del decreto que se estableció en 1975, la explotación de los mantos acuíferos en el Valle de Toluca se acababa de instalar la zona industrial en Lerma y comenzaron a utilizar el agua proveniente de los pozos que había para uso industrial, doméstico y agrícola lo que aceleró la explotación del recurso hídrico.
Señaló que en 1970 había 344 pozos, para 1982 pese al decreto en el que establecía no hacer más pozos pasaron a 385, los cuales se hicieron bajo el argumento de que algunos de los primeros ya no estaban en funcionamiento y eran carentes de mantenimiento, por ello, consideraron necesario perforar y hacer más, a este paso para el año 1992 ya había 530 pozos, de los cuales, 77 eran para uso industrial, 67 para uso agrícola y 324 para uso doméstico mientras que para el año 1994 el número creció a 848 pozos en el que se incluyeron los de la Ciudad de México y tanto el Valle de México como Toluca, en este último había 383 pozos que funcionaban perfectamente.
Recordó que en 1950 comenzó a explotarse el agua del Río Lerma líquido que trasladaban a la Ciudad de México, sin embargo, para el año de 1974 en pleno auge del envío comenzaron a notar que los niveles eran de 16.6 metros cúbicos de agua por segundo, para 1985 se redujo a 6.24 metros cúbicos por segundo mientras que para 1989 solo enviaban 4.3 metros cúbicos por segundo, lo que significó que en menos de 30 años los niveles de agua se redujeron y con esto, dieron inicio al Sistema Cutzamala debido a que el Lerma ya no les daba el alcance que requerían.
La especialista indicó que la extracción excesiva del Valle de Toluca proviene directamente de la Cuenca del Río Lerma junto con Ixtlahuaca era una zona que hace mucho tiempo tenía agua, pero con el traslado del líquido a la Ciudad de México se empezó a generar agrietamientos en viviendas de la zona norte de la entidad y hundimientos del suelo que desde 1990 empezaron a documentarse en distintos puntos por lo que a la actualidad, uno de los más prominentes están en Almoloya del Río donde el hundimiento supera los 30 metros, en Santa María Atarasquillo en Lerma de 30 a 70 metros, en la zona industrial hay espacios que rebasan los 70 metros mientras que el resto del Valle de Toluca hay lugares en los que las grietas dejan hundimientos de hasta 20 metros.
Mencionó que la situación del agua es crítica ya que a pesar de que se decretó una veda por tiempo indefinido para el otorgamiento de concesiones para la extracción de agua en el Valle de Toluca pero el desarrollo inmobiliario y la creación de más centros habitacionales generó la perforación de pozos para abastecerlos y los que anteriormente dotaban de agua a terrenos de cultivo pasó a proveer agua potable a la gente que llegó a vivir a los mismos por lo que no tienen ninguna mitigación.