A mitad de la semana
- Julián Chávez Trueba
- 24 abril, 2019
- Columnas
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AMLO y su memorándum: Un desliz o una jugada estratégica.
En esta semana escuchamos que AMLO había emitido una circular a manera de indicación, dirigido a algunos de sus secretarios, en especial al de Educación, indicando que en tanto no llegue el acuerdo respecto de la nueva reforma educativa prometida, deberá de disminuir su aplicabilidad para que los procesos contenidos en la Ley General del Servicio Profesional Docente no afecten a los profesores.
De inmediato todos los inexpertos en el tema, emitimos nuestra opinión en lo más cercano que tuvimos, el razonamiento que expresó uno de los ex ministros de la Suprema Corte, mediante el cual deja como un ignorante a AMLO por no entender la jerarquía de las leyes, por no entender la aplicabilidad de la Constitución y por no saber la división de poderes en la cual la modificación de la norma depende del poder legislativo y no del ejecutivo.
Y la verdad es que resulta muy evidente el error de AMLO, al poseer un cargo en el cual protestó la Constitución y a la vez, sugerir y ordenar que no se aplique parte de ella, la burla y la crítica son sabrosas, peeeerooooo todo tiene una explicación.
Perjuré mi objetividad en esta nota en cuanto se me confirió el espacio, hace más de 10 años, por ello tengo que decir que resulta bastante absurdo que el presidente de México, teniendo una ex ministra de la Suprema Corte como Secretaria de Gobierno, con un grupo importante de asesores, que entre tantas cosas lo llevaron a la victoria en las pasadas elecciones, tengan un error tan básico como la trasgresión de la jerarquía de las normas de Maynes y Kelsen, o la división de poderes; principios básicos de cualquier democracia.
No puedo pensar que no sabían esto tan básico, me rehúso a pensar que nadie de su equipó se percató de ello; por eso es que quisiera que todos ustedes amables lectores, empezaran junto con un servidor a reflexionar lo que significa esta indicación interna en la federación.
Lo más obvio sería dar una indicación política de la “buena voluntad” que tiene AMLO para con los actores políticos docentes, llámese sindicatos, grupos de presión y facciones docentes, para demostrar que él tiene cierta convicción a su ayuda, con la mejor intención de que no presionen de otras formas más radicales y se tranquilicen, mientras se pone en marcha toda la maquinaria del Estado para la renovación de la reforma educativa en pro de tales intereses políticos.
Sin embargo, resulta demasiado obvio también, pensar que lo anterior es del todo cierto, puesto que el simple hecho de poner a trabajar a los diputados y senadores de MORENA en interminables mesas de diálogo para que la nueva reforma contenga ideas de todas las facciones docentes, es señal suficiente para que se note el cumplimiento de sus promesas, como para que además emita esta indicación gubernamental tan improcedente.
Así que, si no se trata de una señal, ni de un desliz, debe tratarse entonces de otra cosa, de otro tipo de señal, tal vez se trata de que alguien dentro del equipo de AMLO se quede entra la espada y la pared, sin poder ejecutar sus funciones a cabalidad, ni la orden ni la normatividad, así a fuerzas se tropieza, o tal vez alguna facción dentro de tantas que componen a MORENA, o tal vez sea otra situación que escapa a nuestro escenario observable.
Podría tal vez tratarse de una jugada que permite saber quién esta ciegamente con él, por encima de la Ley incluso, rayando en los absurdos; no sé, queda de ustedes comunidad sabia en observar en los siguientes días la composición de la política interna de MORENA, para saber a quién iba ese mensaje político.