POLÍTICA AMBIENTAL

Sí, es antinatural. Sí, el cuerpo no se acostumbra. Sí, genera estrés y malhumor. Se ha comprobado que se dificulta la percepción del tiempo y puede causar problemas de sueño, así como trastocar reuniones, viajes, el mantenimiento de registros, dispositivos médicos y el uso de maquinaria pesada. Todas las objeciones en contra del Horario de Verano son ciertas, pero también los beneficios.
Recordemos que debido a la combinación del movimiento de traslación de la tierra alrededor del sol y a la inclinación del eje terrestre, la incidencia de los rayos solares oscila desde el Ecuador hasta los trópicos de Cáncer y Capricornio, teniendo sus puntos máximos el los solsticios de verano e invierno, es decir cuando se tiene el día más largo y la noche más larga, respectivamente.
El Horario de Verano fue propuesto por primera vez por Benjamín Franklin en los Estados Unidos para ahorrar velas basado en costumbres parisinas y posteriormente por William Willet en Inglaterra. Durante la Primera Guerra Mundial fue institucionalizado a fin de ahorrar carbón.
El Horario de Verano ejerce varios efectos sobre la salud. En las sociedades con horarios de trabajo fijos proporciona más luz vespertina para ejercitarse al aire libre. Altera la exposición al sol; pero la cuestión sobre si es beneficioso o no depende de la localización y el horario de la persona, pues la luz solar dispara la síntesis de vitamina D en la piel. La luz solar influye fuertemente sobre la depresión invernal. El horario de verano puede ayudar en casos de depresión, haciendo que las personas se levanten más temprano.
Lo cierto, es que el Horario de Verano estimula la actividad posterior a la jornada laboral con lo que hay reactivación de las actividades terciarias. También provoca un desfase de las horas pico de máximo consumo civil e industrial con lo que las empresas productoras de energía eléctrica no tienen necesidad de activar dispositivos basados en la quema acelerada de combustóleo, con alto costo de producción, para atender la máxima demanda e incremento en las emisiones atmosféricas de gases efecto invernadero.
En el Congreso de la Unión se dieron a conocer propuestas en contra de seguir con esta práctica pero afortunadamente no prosperaron en beneficio del ambiente.
PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE
Además del Horario de Verano existen otras recomendaciones básicas que pues poner en práctica para ahorrar energía eléctrica.
Desconecta a los vampiros, si esos aparatos que tienen prendida una lucecita para indicar que están listos para operar o modo “stand by”. Apaga tu computadora y monitor cuando no estén en uso. Abre el refrigerador en pocas ocasiones y asegúrate que su puerta selle perfectamente. Abre tus cortinas lo más posible para iluminar tu casa y evitar encender las luces. Carga tu lavadora a su máxima capacidad. Cambia tus focos incandecentes por luces tipo LED. Pinta las habitaciones de colores claros, y así podríamos continuar.
Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Twitter @cuencalerma o por Facebook