SKYLINE

Delante de la obra de Alberto Bañuelos Fournier emanan esos recuerdos que él quiere transmitir. Esos paisajes urbanos que atribuye a Nueva York y que, sin duda, te llevan hasta esta ciudad tan idílica. No obstante, la imaginación y los recuerdos de cada persona pueden trasladarte a cualquier parte del mundo porque como bien dice el escultor los recuerdos convertidos en imágenes se quedan a vivir en nuestra memoria y ésta siempre es muy caprichosa.
De hecho, esa añoranza vuelve a nosotros cuando menos nos lo esperamos. Cualquier matiz en nuestro día a día puede llevarnos al pasado aunque sea por un breve instante y es capaz de revolver un sinfín de sentimientos. Los recuerdos pueden ser muy nítidos o muy difusos, todo depende de cómo haya sido la experiencia o lo que ésta nos haya marcado en nuestra vida. Contemplando “Skyline” he visualizado otras ciudades a las que Bañuelos Fournier no tenía intención de llevarme, pero mi subconsciente así lo ha querido. Me llevado a viajar por las diferentes ciudades en las que he vivido y recordar otros muchos edificios y, por supuesto, muchas experiencias en diferentes partes del mundo. Es cierto que al vivir estamos construyendo “futuros recuerdos”, querido Alberto y nosotros somos los diseñadores de ellos. No todos tenemos la capacidad y el arte que tienes tú para plasmarlos, pero, afortunadamente, nuestra cabeza sabe diseñarlos y clasificarlos de tal manera que quedan perennes en nosotros mismos.
Ahora que vamos retomando cierta normalidad, reconozco que me apetece volver a viajar con la maleta en la mano porque después de ver esta excelente exposición se ha despertado en mí el creador de imágenes nunca vistas. Mi memoria tiene capacidad de sobra para seguir almacenando esas instantáneas que permanecerán conmigo para siempre. Esos “skylines” que evocan paseos entre ellos, rincones por conocer y sueños por cumplir. Reconozco que no me ha dejado indiferente ver tu obra Alberto porque ha prendido una llama que apagó la pandemia de la noche a la mañana. Tengo ganas de conocer mundo y eso no es nuevo porque siempre se aprende cuando sales de tu zona de confort. Hablo de conocer mundo, pero a pocos kilómetros también hay “futuros recuerdos” que nos están esperando.
Y ya que estoy hablando de ciudades y edificios no puedo obviar mencionar un país en el que nada volverá a ser como antes. Ucrania está sufriendo una guerra que dejará muchas imágenes desoladoras para el recuerdo. Las vemos por la televisión pero su trascendencia va más allá. En ella hay edificios destrozados y en ellos había muchas historias que hoy son desgarradoras. Los sentimientos traspasan pantallas y después de todo lo que llevamos viviendo en los últimos dos años era lo que nos faltaba…
En fin, querido Alberto, gracias por seguir creando y seguir compartiendo tu trabajo con los que admiramos tu obra. Confieso que “Skyline” me ha gustado y ya forma parte de mi memoria y mis recuerdos. Eso sí, esa memoria me ha llevado a otras obras tuyas. Recuerdo a la perfección “La liturgia de las piedras”. Tienes razón que nosotros construimos nuestros “futuros recuerdos”, pero siempre es agradable tener aliados como tú para que éstos queden grabados a fuego en el corazón. En definitiva, “poder disfrutar de los recuerdos de la vida es vivir dos veces” como decía el poeta latino Marco Valerio Marcial. Sigamos creando imágenes.