AHORA, ATLETI, AHORA

Mucho coraje y corazón se derrochó hace una semana en el partido de ida de la Champions en el Metropolitano. Los de Simeone saltaron al terreno de juego acompañados por una afición que desde su llegada al estadio no dejó de cantar y apoyar a los suyos. Podemos reconocer que la Champions es nuestra obsesión, pero la obsesión verdadera de todo colchonero es la que se siente por las rayas rojiblancas. Un sentimiento sin igual que nadie puede explicar porque es nuestra forma de vivir.

Una forma de vivir que va de la mano, sin ninguna duda, del Atlético de Madrid. Hoy, desde la distancia, sentirán el rugir de toda una afición que sufrirá y animará a los suyos desde todas partes. Los afortunados que viajan a tierras bávaras son los mejores anfitriones de nuestros colores y ellos tienen la responsabilidad de hacer temblar al equipo alemán en su propia casa.

Con un gol de ventaja, el Atleti no se puede confiar, aunque ese punto de presión es el mejor aliciente para dejarse la piel en el Signal Iduna Park. Noventa minutos de fútbol dan para mucho, y sentenciar la eliminatoria es primordial, aunque si hay que sufrir se sufre siempre y cuando la victoria se tiña de rojiblanca. La semifinal está más cerca y con buena actitud y buen juego, el billete para ella puede ser nuestro.

A estas alturas de la Champions, los errores se pagan muy caros, por eso, la presión hay que controlarla con sangre fría y sentir la pasión que hace vibrar y bombear a muchos corazones. No está demás, si los de Simeone lo necesitan, que vuelvan al pasado y trasladen al presente lo vivido el pasado miércoles en el Metropolitano. Esas imágenes, esos sentimientos, esa afición dejándose la voz y esa adrenalina que es la que mueve montañas o, en este caso, la que más motiva a los nuestros. Queremos gritar más goles desde el salón de nuestras casas, desde los bares o desde  donde nos reunamos para vivir una noche que puede ser histórica.

Una historia que entre todos estamos construyendo desde 1903 y que escribimos en rojiblanco. En estos colores leíamos en el tifo hace apenas una semana “Ahora, Atleti, ahora” y, precisamente ahora es cuando hay que rematar el pase a la semifinal. “La Orejona” sigue buscando dueño y éste lo encontrará en Londres. Hasta allí quiere viajar esta afición para teñir la ciudad de los mejores colores del mundo.

Quedan unas horas para que comience el partido con mayúsculas. Quiero que el Atleti le dé una alegría a mi corazón. Éste está preparado para todo, pero el mejor calmante para las taquicardias es, sin duda, una dosis de goles y una victoria que estará llena de abrazos. Ese sentimiento que no se puede explicar está ahí, lo inunda todo y, por eso, como rojiblanca que soy sólo quiero ver a mi Atleti campeón. Hace una semana recordaba al sabio por excelencia y me repito en que hay que “ganar, ganar, ganar y volver a ganar”, porque “partido a partido” hemos llegado hasta aquí.

Estamos entre los mejores equipos de Europa y toca demostrar el poder que tiene nuestro escudo y nuestros colores. Solo puede quedar uno y éste tiene que vestir de rojo y blanco. No tengo nada más que añadir. Bueno, una sola cosa más: ¡Aúpa Atleti!