A mitad de la semana
- Julián Chávez Trueba
- 12 marzo, 2024
- Columnas
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Los Programas Sociales ¿disminuyen productividad?
Para todos los versados en temas económicos es sencillo entender que imprimir dinero produce inflación, pero para los quienes nos somos tan duchos, aquí está un breve ejemplo: Si Yola se gana 10 pesos en un mes después de ser maestra y gasta 10 pesos en productos para comer, al final del mes deberá de trabajar nuevamente para contar con esos 10 pesos para volver a comprar y sufragar sus gastos. Si a Yola le damos 10 pesos regalados al mes, ella podrá sufragar sus gastos sin necesidad de trabajar, por lo que los comerciantes que venden sus productos necesitarán más dinero para incentivar a Yola a trabajar y contar con su servicio. Pues el hecho de que en lugar de pagar 10 por un servicio y ahora tengan que pagar más por el mismo servicio es uno de los resultados inflacionarios derivados de regalar dinero.
En este ejemplo se trata de incentivar a ustedes, lectores, a profundizar en este tema, que ya ha sido tocado por Santiago Levy en una publicación del Fondo de Cultura Económica; puesto que es muy interesante. Por una parte, muchos estudios económicos han establecido que, otorgar dinero, reingreso o retorno de efectivo a la población para mejorar el nivel de vida, resulta beneficioso en el caso de las personas mayores, puesto que se les otorga una valía social a quienes muchas veces no cuentan con ingresos ni pensión.
Sin embargo, empiezan también algunos estudios interesantes que señalan que otorgar dinero (sin valor social) resulta contraproducente y no beneficia a quien se pretendía nivelar, ya que darle dinero a quienes se encuentran en circunstancias propias de productividad, o pagar por situaciones adversas, a veces incentiva tales situaciones y genera improductividad.
En México actualmente tanto el aumento del salario mínimo como el regreso de efectivo a las poblaciones desfavorables, hace que el mercado laboral inicie o empiece en salarios altos, esto producto del dilema económico de ayudar o incentivar, puesto que si bien para un sector poblacional ganar 3 mil pesos resulta un apoyo, sí es un sustento para quien trabaja de chalán en alguna obra, de repartidor eventual, de ayudante o de jornalero en la siembra, lo que hace que se generen incentivos para dejar de trabajar, al contar con su mes asegurado y en el escenario mexicano en el que no se cuenta con la cultura de la superación sino de la sobrevivencia.
Empleos como los choferes de taxi, de aplicación, de autobuses, meseros, ayudantes, jornaleros y afanadores se empiezan a encarecer en el mercado laboral y eso sin duda hace que los costos aumenten, por lo que el incrementar el salario mínimo que pudiera ser ya una medida que presiona el mercado laboral, en conjunto con la repartición de dinero en programas sociales hace que se corra el riesgo de escasez de la fuerza laboral, por lo menos, en tanto no se tenga el sentido de superación por trabajo o sean más los incentivos a permanecer en casa con el apoyo asistencial recibido el lugar de trabajar formalmente.
Repito, es bueno nivelar los ingresos cuando se cuenta con un sentido social, pero como diría un gran economista (les debo el nombre), el que una persona le regale dinero a otra sin razón, es pretender señalarle que el receptor vale menos que el dinero que recibe, es decir, equivale a una humillación.