8Marchando en el EdoMéx: El movimiento feminista no es una cuna de votos

Por: Reneé Vega Cejudo

“La policía no me cuida, me cuidan mis amigas”, se escuchó al unísono en las calles de Toluca. En el marco de la conmemoración del 8M se realizó una marcha en Toluca, Estado de México siendo éste uno de los estados más feminicidas. 

Entre gritos, carteles, lágrimas e historias propias, las mujeres salimos a marchar exigiendo lo que es, justicia por las que no están y seguridad para todas. Es algo que no se debería exigir, pero esa no es la realidad en México.

Recorriendo las calles se llegó al Centro de Toluca, donde se encuentra el Poder Judicial, la Cámara de Diputados y Palacio de Gobierno, en los cuales se observó que los edificios y monumentos estaban cubiertos de barricadas y elementos de policía.

“No somos 1, no somos 10, pinche gobierno cuéntanos bien”, gritábamos con coraje al ver que estaban más protegidos sus monumentos que nuestras propias vidas.

Íbamos avanzando, hasta que llegamos a Palacio de Gobierno, donde recordemos, en el Estado de México gobierna una mujer. Fue ahí donde comenzó la represión, elementos de la policía persiguiendo a las mujeres marchando y lanzando especies de gases. El punto cúspide del cinismo del gobierno fue cuando los elementos de policía pusieron a las mujeres policía como valla humana para cubrirse y así cambiar la narrativa y que permeara la idea de que “las mujeres están contra las mujeres”. Irónicamente estamos en un gobierno “feminista”, donde el gobierno es cercano a las mujeres, ¿dónde estuvo esa cercanía? ¿en los golpes o en los gases? 

Es aquí donde debemos cuestionarnos como sociedad las formas en las que se lleva el discurso político-electoral en México, el hecho de cómo se manejan las narrativas en nuestro país actualmente. El movimiento feminista, no es una bandera electoral, la lucha de las mujeres no es sinónimo de votos ni de escalones para llegar al poder y después olvidarse de la lucha. 

Seamos personas críticas, generemos debate en las formas discursivas de quienes nos quieren gobernar, cuestionemos y exijamos. El movimiento feminista no es una cuna de votos.