El inicio de una nueva era
- Julián Chávez Trueba
- 20 septiembre, 2023
- Columnas
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Alfredo Del Mazo terminó su mandato, a diferencia de todos los 6 años de su gobierno, en medio de los reflectores, adornado por laureles de quienes son y fueron sus antagonistas, principalmente por Delfina Gómez, quien como gesto nunca antes visto entre “adversarios” dentro de la política, invitó al gobernador saliente a participar de los primeros actos públicos dentro del nuevo gobierno, como si fuese un guiño de lo que le tiene preparado su “destino” político, que está marcado por el dedo magnánimo que apunta desde Palacio Nacional.
Si bien este gesto ensalza positivamente las acciones de la flamante gobernadora, la opinión pública se centra en la magnitud de la genuflexión que hizo el gobernador saliente, para merecer el beneplácito de quien ahora detenta el poder: MORENA. A diferencia de los momentos electorales anteriores en el Estado de México, Alfredo del Mazo no movió un dedo en favor de su partido para apoyar a su candidata, situación que fue aplaudida por los ganadores e incluso le valió el reconocimiento de López Obrador, hacia Peña Nieto.
Si bien el primer discurso que hizo la actual gobernadora, merecía un par de ideas más aterrizadas, lejanas a las promesas en busca de votos, era más deseable que hablara desde su poder con verbos en presente y cercanos, sin embargo, desde la ciudadanía le apuntamos algunas ideas que no dejaremos pasar para reprochar su incumplimiento, o para aplaudir las mejoras tan deseables por todos.
Habló de pluralidad, circunstancia que no se ha visto por los dirigentes de su partido, carente principalmente en AMLO. La pluralidad fue estandarte de la campaña de Delfina, sobre todo englobando la idea de respeto por la comunidad LGBTIQA+, pero es deseable que no pierda de vista que la pluralidad es una cualidad democrática que implica el saber escuchar y atender a quien incluso se encuentre totalmente en contra de nuestras ideas.
Prometió ir en contra de los moches, particularmente los que se presentan con el personal de tránsito, olvidando que tal acción está conferida a los municipios al igual que los baches, de los cuales la gobernadora también prometió su desaparición.
Indicó que invertirá en doctores y en policías, circunstancia que es sin duda apremiante para ambas profesiones que han sido muy maltratadas económicamente y vilipendiadas socialmente.
La gobernadora se propone eliminar el analfabetismo que según el INEGI ronda en 3% en el Estado de México, lo cual ya no implica un problema mayor, pero sin duda, cualquier esfuerzo para eliminar cada punto porcentual será un reto y una mejora en la calidad de vida de los mexiquenses.
A pesar de las buenas ideas, Delfina señaló dos ideas que han trascendido por lo menos dos gobiernos (el de Eruviel y el de Peña) sin pena ni gloria: la transformación del transporte público, la disminución del peaje de las autopistas y la mejora de su servicio. Todos sabemos que el transporte público está en manos de unos pocos quienes determinan las mejores rutas e imponen sus condiciones. Hace un año realizaron numerosos paros los taxistas y un poco antes, dentro de esas revueltas balacearon oficinas de servidores públicos encargados de permisos y mejora del transporte. Sin duda es una promesa muy difícil de cumplir que añoramos el poder verla cristalizada en una realidad.
Todos los mexiquenses agradecemos el poner manos a la obra contra la tala clandestina, un problema creciente que empieza a estar en manos del crimen organizado, por lo que se está en un buen momento para poder atenderlo como problema primordial.
Del primer discurso como gobernadora, Delfina mostró porqué es la favorita de la gente, habla sin mucho profesionalismo en lo que expresa, con cacofonías, con tropiezos, sin eufemismos y sin palabrería rimbombante. Representa dignamente a quienes votaron por ella, quienes son mayoría y quienes buscaban el cambio, un gobierno que fuera alejado de las malas prácticas sordas a las necesidades de la gente.
Desde esta opinión, deseamos que se cumplan todos sus proyectos para que mientras sigue en ascenso su carrera política, se mejoren las condiciones de vida en el Estado de México, que sufre cada vez más en el ahogo del crimen organizado que provoca inseguridad, temor y disminución en la calidad de vida.
Hasta el próximo miércoles, a Mitad de la Semana.