Arquidiócesis llama a sembrar semillas de paz ante violencia en México

Ciudad de México.- “Ante la violencia, pobreza, inseguridad y violación de derechos humanos que azota al país, los gobiernos y poderes económicos y políticos deben sembrar semillas de paz para que los mexicanos podamos vivir mejor en un futuro”, refirió la Arquidiócesis Primada de México.

Al unirse al mensaje de los obispos de México respecto a que la esperanza debe prevalecer por más dura que sean las circunstancias, la Arquidiócesis Primada de México aseguró que la iglesia católica “tiene claro” cuál es el camino para alcanzar la paz, por lo que trabaja en cada diócesis, en cada provincia eclesial y a nivel del episcopado de intensa manera y sobre todo, después del asesinato de los dos sacerdotes jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín Mora en la Sierra Tarahumara, en junio del año pasado.

Desde el editorial del semanario Desde la Fe, la arquidiócesis recordó que desde hace años la iglesia católica ha sembrado semillas de paz en la sociedad “que tarde o temprano comenzarán a dar frutos al haber caído en terreno fértil”.

Es necesario regar estas semillas con el trabajo de todos para hacer que den fruto y es necesario que surjan más semillas de paz desde la sociedad, los gobiernos y los poderes político y económico. La tarea no es sencilla de realizar y requiere el compromiso de todos para trabajar en conjunto. Para que los mexicanos vivamos en un país en el que todos nos sintamos contentos, seguros y tengamos oportunidades para crecer y vivir mejor”, evaluó la publicación religiosa.

En su mensaje dominical, la arquidiócesis detalló cómo será su comportamiento en estos tiempos en los que se avecina una elección presidencial y se vive en un clima de polarización.

“La Iglesia también está llamada a ser constructora de paz, erradicando cualquier actitud conflictiva y combativa; siendo arrojada, pero sin caer en provocaciones innecesarias, y siendo firme en sus señalamientos, pero cuidándose de no ofender a nadie, sino de procurar siempre la fraternidad”, apuntó el editorial.