SÓTANO UNO

·      Detractores de la UAEMex

·      La del estribo. – El día de las niñas y niños políticos

Raúl Mandujano Serrano. Periodista

Detractores de la UAEMex.- Parece plan con maña -refiere al amanuense mientras sorbe a su café americano sin azúcar-. Y es que la elección de la nueva rectora fue un buen pretexto para que surgieran oportunistas páginas y perfiles “golpistas” dañando la imagen del Alma Mater mexiquense. Al principio parecían ser sólo followers de las candidatas, fanáticos haciendo guerra sucia pero ahora se sabe que ni universitarios son. Se trata de sujetos perversos que utilizan ‘boots’ informáticos para manipular, o al menos creer que lo hacen, para influir en ataques, primero al rector, después a una supuesta candidata oficial, y ahora para promover un “paro” en protesta por el desafortunado momento electoral propiciado por un cuestionado Consejo Universitario.

            Los detractores de la UAEMex han llamado la atención del edificio de Lerdo 1300, de donde ha salido el rumor o intención de considerar llevar al pleno la reforma para hacer una elección abierta a la rectoría, algo que ya estaba previsto en la Ley de la Universidad Autónoma del Estado de México y que significaba eliminar candados y hacer más participativa en el proceso a la comunidad escolar, y que si bien no se había consolidado, era porque le dejaría al CU sólo la vigilancia del proceso y le restaría el poder de decisión, aunque sería más transparente.

            Lo más lamentable como universitarios es permitir que voces oscuras y sucias manos sigan perturbando a una honorable institución que entre las universidades del mundo, se ha distinguido por su autonomía, academia y calidad humanista. En esto, la decisión debe ser sólo de los universitarios. No nos dejemos sorprender por anónimos cobardes…

La del estribo. – Niñas y niños políticos

Dicen muchos que los periodistas dejan de ser niños o niñas cuando se ponen delante de un micrófono, una cámara o una computadora. Lo mismo pasa con muchos políticos.

            El escribano sotanero realizó una pequeña investigación sobre ciertos personajes presidenciales. Por ejemplo, Andrés Manuel López Obrador fue un niño feliz hasta que se metió a la grilla. En su infancia, en la tranquila Macuspana, jugaba beisbol, andaba de vago jugando al balero, las canicas y de adolescente le entraba al billar. Enrique Peña Nieto, por su parte, parece que no tuvo mucha infancia. Fue educado desde pequeño para ser Presidente. Fue un niño de la escuela a su casa, muy aplicado y de ‘dieces’. Quizá por ello se desató como político, con infidelidades y hasta un hijo fuera de su matrimonio.

Felipe Calderón fue un niño muy feliz, contaban sus padres. Le gustaba el deporte, futbol, natación y tenis, pero no hay nada más. Fue otro chamaco dedicado a cuidar que su ropa no ensuciará. Pero traviesos, traviesos, los hermanos Salinas de Gortari. Es público, el que los pequeños Carlos, a los 4 años, junto su hermanito Raúl, de 5, mientras jugaban a la guerra, encontraron un rifle calibre 22 con el que fusilaron a Manuela, una niña indígena del servicio doméstico, de 12 años. El proyectil se alojó en su cabeza. Ellos no tenían ni idea de lo que habían hecho. Tampoco es que les importara mucho, siguieron siendo unos niños muy felices.

El día 30, le preguntaron a la presidenta Sheinbaum sobre su infancia, si tuvo algún personaje favorito y respondió que dos, uno Kalimán y el otro la Señorita Cometa, que con su varita mágica cambiaba lo que tenía que cambiar, decía. A lo mejor sigue buscando esa varita para frenar a los periodistas incomodos que la molestan. Hasta otro Sótano… Mi X @raulmandujano