AMLO lo logró, pero ¿a qué costo?

Desde hace algunos meses empezó a circular el famosísimo hashtag #AMLOnarcopresidente y durante casi todo el año 2024 se hizo viral, impulsado por los escándalos de corrupción dentro de su círculo más íntimo, como la casa gris de su hijo mayor quien no trabaja; como la red de corrupción que cada día se hace más grande de sus hijos menores con Amilkar, respecto a las contrataciones fraudulentas para el Tren Maya y para el Aeropuerto Felipe Ángeles; del asistente personal que mueve hilos para que gobernadores se sienten con las empresas a fin; sin contar con los videos donde su hermano Pío López recibe dinero en sobres amarillos o del encuentro con el narco alentado por el propio AMLO quien atiende en su recorrido a la madre del Chapo para saludarla; todo ello claro, sin tomar en cuenta que nuestro presidente pide que no se le diga Chapo, sino Señor Guzmán, con respeto.

Cada día que se le ocurría indicar que tal etiqueta de narco era una mentira, se iba hundiendo más y más, con argumentos que contrastaban con la realidad, riéndose de los muertos, burlándose de los dolientes de personas secuestradas por el crimen organizado, señalando que son pagados, que es un montaje o simplemente negando la realidad de la violencia en México. Todo esto no se borra con saliva, sino con hechos, con inteligencia, con acciones contundentes que vayan poniendo freno a todos estos atropellos.

Mandó el 11 de febrero de 2024 una serie de reformas como la de desaparecer el INAI o la de mandar las funciones del INE a la Secretaría de Gobernación, aparentemente con la finalidad de que se alce la polémica y se deje de hablar del narco presidente, puesto que además de absurdas, lógicamente iban a ser revocadas en la Suprema Corte de Justicia que aún es una institución imparcial.

Esta efervescencia poco le duró y el hashtag continuó, al mismo tiempo que continuó la baja en la preferencia de su persona ante el pueblo mexicano que paso de tener más del 70% en noviembre del año 2021, a los aún decoroso 53.4% para esta semana, (incluso Milei tiene mayor aprobación que AMLO), sin embargo, eso no es lo que se nota tiene preocupado al presidente, sino que esta tendencia es muy evidente y le impacta directamente en las preferencias en las elecciones del próximo 2 de junio, lo que significa que si no hace algo para detener la tendencia, sin duda perderá MORENA los comicios más importantes.

De ahí que nuevamente agrega a la agenda política una reforma a las AFORES, indicando que se va a hacer un fideicomiso para devolver a los trabajadores sus pensiones, quitándoles a quienes no lo reclaman, mayores de 70 años, su AFORE. Resulta nada más de leerlo, un absurdo, un sinsentido, literal es robarle dinero a unos para dárselos a otros ¿qué mérito tiene ello?

Logicamente este concepto desatinado no llegará a prosperar puesto que aún pasando la votación de la comisión y del pleno de la Cámara de Diputados, será revocada la reforma mediante amparo o en cortes internacionales, situación que sin duda el presidente conoce, por lo que la única razón que queda por la que las emite y agrega a la agenda, es para que se distraiga la atención de ese famoso hashtag narco presidente, y que sin lugar a dudas, ya logró: en esta semana se ha perdido la etiqueta en todos los medios sociales por el de AFORES. Ya después de dejarse vencer por los conservadores neoliberales, la reforma habrá surtido sus efectos, puesto que aquel hashtag habrá sido historia.

Lo que no se da cuenta el presidente, es que la famosa estrategia de Caja China le va a pegar a quien no se encuentre cobijada por el buen escrutinio social, principalmente a la candidata Claudia Sheinbaum, puesto que de manera forzada se encuentra declarando que esa reforma es benéfica y sana para el pueblo, lo que obviamente no se le puede creer.

Esta caja china de AMLO busca proteger su integridad política, pero me parece que acelerará la derrota de su candidata del partido MORENA.