EL VALLE DEPORTIVO

Si pasas demasiado tiempo en una cosa, nunca vas a lograr que se haga. Haz por lo menos un movimiento claro diariamente hacia tu meta. Bruce Lee.

Hace algunas horas, una de las personas más importantes en toda mi vida, me decía que estaba en movimiento; le revire esa precisión con un rotundo: …para eso sí te mueves, ¿verdad?… entonces añadió que para todo se mueve -sic- y estuve a punto de reventar toda vez que los argumentos necesarios y reales de las personas, son en verdad tan complejas y transitorias, es decir, depende del cristal con que se miran y deslindan puntos, además, bajo ningún concepto quise ni quiero discutir, digamos que ya para qué, porque las lecciones han causado alto impacto y han hecho eco en lo más recóndito del pensamiento y sentimiento, entonces, terminar de aceptar las crudas y a  menudo crueles realidades, van tejiendo huecos en el cuerpo, mente y corazón, los lazos se estiran a casi punto de quiebre y todo ello en conjunto, evidencia que moverse no sólo significa (…Hacer que un cuerpo deje el lugar o espacio que ocupa y pase a ocupar otro. Sin.: trasladar, desplazar, correr, apartar, empujar, mudar. Ant.: inmovilizar, fijar, parar…Real Academia de la Lengua Española…)

Luego entonces, me quedé con la idea de saber si uno está dispuesto a moverse en realidad, o si por temores-miedos te inmovilizas, y entonces recordé algunos estudios de la mecánica y como Isaac Newton habló acerca de las Leyes del Movimiento, que identificó como una traslación de un cuerpo de un lugar a otro ¿cuándo fue la última vez que trasladaste tu masa de un lugar a otro? Así que la primera Ley de Newton, mejor conocida como: Ley de la Inercia, señala que un cuerpo en reposo necesita de un impulso para moverse o por el contrario si está en movimiento rectilíneo constante, requerirá de algo que lo saque de su trayectoria de tal suerte que me surgió la inquietud de saber si en realidad estoy y/o estamos en el lugar o sitio correcto, o si necesito y/o necesitamos -aún estando en reposo- un empujón para saber e identificar una trayectoria clara de hacia dónde voy y vamos. Después, la segunda Ley de Newton o Ley Fundamental de la Dinámica: en dónde se dice que la aceleración que adquiere un cuerpo es proporcional a la fuerza neta aplicada sobre el mismo, es decir, acá hay necesidad y tenemos que movernos, usar los pensamientos para mover nuestro cuerpo y así lograr -ojalá- alcanzar lo que se desea, empero, si nuestra mente y el enfoque -aceleración- son lo suficientemente fuertes podremos entonces tener y hacer movimiento y no cualquiera, sino aquél que contribuye a la conquista de nuestras metas, pero ¡atención! en esta ley lo fundamental es la CONSTANCIA.

Y finalmente, debemos recordar y tener muy en cuenta la tercera Ley de Newton o Ley de Principio de Acción y Reacción, misma que se explica como toda aquella acción que tiene una reacción igual y contraria. ¡Ufffff! es para reflexionar todos los días en todo momento, por ejemplo, cuando caminamos empujamos la tierra hacia atrás con los pies y en consecuencia la tierra responde impulsando el cuerpo hacia adelante. Entonces, ¿hacia dónde vas y/o vamos? ¿realmente lo haces? ¿consciente o inconsciente? ¿realista o soñador? ¿optimista o pesimista? Las respuestas las tenemos cada uno de nosotros, porque al final de la historia, aplicando alguna de estas leyes o no, sabemos a corte de experiencias -buenas y malas- que la vida es movimiento, es acción, es tener una visión clara de lo que se quiere y actuar en consecuencia. Movernos no solamente nos traerá salud, buena energía, alegría y muchas cosas más, sino que también nos dará cuenta de nuestros límites, de nuestra fuerza física, mental, emocional, sentimental y espiritual. ¿De verdad te mueves?

De lo anterior quise demostrar cómo tanto en la vida como el deporte -todo lo que lo rodea- es constante movimiento, fijación de aspiraciones y alternativas crecientes de desarrollo para lograrlas metas, los éxitos, donde incluso, aún a pesar de los yerros, lágrimas y sangre derramadas, se puede llegar al otro lado, al sitio deseado. Muchos deportistas y atletas, como entrenadores, preparadores físicos, etc., así como administradores, gestores, empresarios y más, atienden a las súplicas propias de querer más, de ser mejor, de conquistar el universo y el cosmos, pero no se trata solo de quererlo, habremos muchos que hemos pasado tanto tiempo esperando que la espera desespera y entonces hay que seguir moviéndose. El deporte como herramienta de evolución constante, es y será perene, lo que hace falta en realidad es que quienes tienen la sartén por el mango, no se aplatanen -sic- y con su arrogancia se queden impávidos, sino que generen acción y firmeza, aplicación y ejemplo, tenacidad y constancia, eso es lo que necesitamos todos, insisto, tanto deportivamente como en nuestro respirar.

Solamente deseo que cuando uno se mueva real y conscientemente, siga perdurando lo esencial…ojalá!!!

Pásenla bien!!!