Corrupción, corrupción y más corrupción

Para algunos el nombre de Carlos Romero Deschamps no dice mucho, tal vez ni siquiera lo ubican, pero este individuo representa uno de los tantos emblemas del abuso de poder y corrupción en nuestro país. De entrada, ha sido militante del PRI desde 1961. En 1969 ingresó a Petróleos Mexicanos (Pemex) y desde 1993, bajo la administración del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, ocupó el cargo como líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
El liderazgo sindical de Romero Deschamps por casi tres décadas (1993-2019) estuvo marcado por una vida ostentosa para él y su familia, pagada con dinero de las cuotas que mes a mes les quitaban a decenas de miles de trabajadores petroleros. Durante 26 años al frente del sindicato petrolero, fue acusado por enriquecimiento ilícito y operaciones con recursos de procedencia ilícita, delincuencia organizada, desvío de recursos, huachicoleo y nepotismo, nada más para que se den una idea.
Romero Deschamps nunca fue discreto y siempre dejaba huella al realizar operaciones bancarias en efectivo, de los escándalos más sonados en los que ha estado involucrado son: el Pemexgate; el líder petrolero protagonizó el escándalo de financiamiento irregular durante la campaña electoral del 2000, conocido como Pemexgate, por desviar 500 millones de pesos del fondo del sindicato de Pemex a la campaña presidencial del candidato priista, Francisco Labastida, el primer candidato del PRI que perdió una elección en el 2000.
De acuerdo con la investigación, por órdenes de Ernesto Zedillo, el entonces director de Pemex, Rogelio Montemayor, hizo un convenio con el secretario general y el tesorero del sindicato, Romero Deschamps y Ricardo Aldana Prieto, respectivamente, para que entregaran en varias exhibiciones millones de pesos a la Secretaría de Finanzas del PRI. Este hombre, Ricardo Aldana, mano derecha de Romero Deschamps, es quien el pasado lunes 31 de enero, ganó la elección del sindicato petrolero.
Siguiendo con el historial delictivo de este sujeto, el diario “Reforma” reveló que Pemex otorgó un préstamo de 500 millones de pesos, a pagar en un plazo de 10 años y sin intereses, al sindicato dirigido por Romero Deschamps. El millonario préstamo se justificó para la construcción de viviendas para los trabajadores. Para evitar que se diera a conocer la información sobre el acuerdo, el gremio petrolero y sus dirigentes, incluido Romero Deschamps, interpusieron 35 amparos. El 25 de julio de 2011, la paraestatal y el sindicato firmaron un acuerdo para mantener oculto el contrato colectivo de trabajo que involucra el préstamo.
Por otra parte, “La revista Proceso” difundió un Ferrari que regaló a su hijo, un Ferrari Enzo, cuyo valor aproximado es de 2 millones de dólares (unos 25 millones de pesos en ese momento). La marca italiana fabricó sólo 399 unidades entre 2002 y 2004. Para adquirirlo, es necesario, entre otras cosas, tener al menos dos vehículos Ferrari y demostrar solvencia económica.
Pero eso no era todo, ya que de acuerdo con una investigación realizada por el periodista Miguel Badillo, el exdirigente también cobraba dinero público en el Grupo Parlamentario del PRI, en donde cada mes le entregaban entre cinco y nueve cheques por un monto promedio de 727 mil 300 pesos.
También la Cámara de Senadores daba un salario a este líder sindical priísta por ocupar una curul en el Congreso y entre 2016 y 2018 le transfirió vía SPEI (Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios) 3 millones 218 mil 296 pesos. El Senado también le hizo abonos entre enero de 2015 y abril de 2016, por un monto de 1 millón 487 mil 111 pesos.
De manera formal, el Sindicato Petrolero le entregó cuatro cheques por 36 mil 572 pesos y no necesitaba pagarle más al líder sindical porque él mismo se hacía cargo de tomar lo que quisiera de las cuotas sindicales de los trabajadores. Al mismo tiempo de ser secretario general del sindicato petrolero, Romero Deschamps fue senador de la República por el PRI en dos periodos durante los gobiernos de Ernesto Zedillo y Enrique Peña Nieto: 1994-2000 y 2012-2018; y también fue diputado federal en tres ocasiones: 1979-1982; 1991-1994; 2000-2003.
Esta es solo una mínima parte de la triste, muy triste historia del Sindicato Petrolero, lo que nos ayuda a entender porque estamos como estamos, por qué la distribución de la riqueza es tan desigual, por qué los ricos son cada vez más ricos y las pérdidas se siguen socializando entre todos. Este es el peor de todos nuestros males, corrupción, corrupción y más corrupción. Ricardo Aldana ganó la elección al obtener 44 mil 983 de los 63 mil 700 votos emitidos. La votación electrónica no pudo superar la podredumbre que ha permeado en un sindicato donde algo queda claro, la corrupción y la impunidad tienen rostro y apellido; Carlos Romero Deschamps, exlíder sindical que no se ha ido y parece que por mucho tiempo no se irá.